Madrid, SP.- La estadística es lo que da consistencia a lo que realmente supone una amenaza en aviación. Las casualidades no existen en aviación, existen las cadenas de «causualidades» que son las que las Comisiones de Investigación técnica, independientes y asépticas deben analizar llegando a unas conclusiones que permitan implementar correcciones, mediante la emisión de Recomendaciones, ante las amenazas detectadas. 4 accidentes de un modelo de un fabricante en 4 días, Antonov An-2, y además en lugares tan distantes como Rusia y Venezuela son un claro «warning» de que algo está efectivamente sucediendo, lo que desde luego no resulta tranquilizador en absoluto, y no parece ni mucho menos simplemente «casual».
El 2 de septiembre fallecían los dos ocupantes de un An-2T en el aeropuerto ruso de Chornoye, pereciendo sus dos ocupantes mientras realizaban una demostración. Ese mismo día un TR 301 (un An-2 reconvertido en monoplano) realizaba un aterrizaje forzoso cerca de la localidad de Turisnskaya Slodoba también en Rusia sin resultar herido su único ocupante. Dos días después, el 4 de septiembre, también sin daños personales, en el Aeropuerto de La Paragua un An-2P(Venezuela), sufría un accidente en el momento del aterrizaje. Finalmente y también en Venezuela, al día siguiente, en Playa Linda, fallecía el único ocupante de un An-2R, desconociéndose hasta el operador del avión, el aeropuerto de despegue o de destino. ´