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marzo, viernes 29, 2024

Brillante maniobra del comandante Juan Solo, ante el impacto de un rayo

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Un rayo impacta en el ala de un avión, abortando el aterrizaje, y obliga a regresar a Madrid. Se trataba del vuelo IB0483 (Madrid-Asturias), el pasado sábado. (LA VOZ DE ASTURIAS)

Súbitamente, en medio de la tormenta, el fogonazo de luz deslumbró a todos los viajeros. Un rayo impactó en el ala izquierda del aparato provocando un brusco descenso que causó escenas de pánico entre los viajeros. El piloto abortó el aterrizaje para remontar el vuelo con una hábil maniobra. De inmediato, el comandante Juan Solo advirtió que regresaban a Madrid, debido a que podía estar dañado el aparato.

Durante aquellos instantes se vivieron momentos de pánico y de tensión en la aeronave. Los 160 pasajeros del vuelo de Iberia 0483, procedente de Madrid, no olvidarán fácilmente la noche del viernes y la madrugada de ayer sábado cuando vivieron "una pesadilla" a bordo del Airbus 320.

"Eran las once y veinticinco de la noche. Llovía a mares y el comandante se disponía a tomar tierra. En ese momento, había un fuerte aparato eléctrico que descargó un rayo sobre el avión.

Pese a todo, el piloto logró controlar el avión y comunicó al pasaje que tenían que regresar a Madrid, ya que el aterrizaje en Barajas sería más seguro. El regreso se efectuó con total normalidad, y nada más tomar tierra, los pasajeros estallaron en una gran ovación.

"El susto fue de muerte. Estábamos acercándonos al aeropuerto. De repente vimos la fuerte luz y de inmediato descendió unos metros, pero el piloto consiguió controlarlo con un gran acelerón de los motores y volvió a coger altura con el impulso. Se vio el relámpago por todas las ventanas. Fueron momentos de miedo y de pánico", recuerdan Guillermo Díaz y Víctor Correa, que junto a otro amigo venían de Canarias para pasar el fin de semana esquiando en San Isidro.

"Todos vimos el destello, fue impresionante. Nos quedamos ko, pero la experiencia de la persona que manejaba la aeronave logró salvar muchas vidas", relataron María José y Marta Casas, dos amigas que volvían a Gijón procedentes de la capital.

Ataque de ansiedad "Pasamos mucho miedo. Yo tenía al lado una chica que se puso nerviosa y le dio un ataque de ansiedad. Las azafatas tuvieron que calmarla. Le dieron agua, la llevaron a la parte de atrás y la estuvieron tranquilizando, aunque las caras de las azafatas no tenían tampoco muy buen aspecto, pero gracias a Dios todo paso y ya estamos aquí", manifestó Jaime Domínguez, empleado del Banco Popular de Oviedo, aunque se quejó también por los retrasos anteriores, ya que el vuelo de las 21,25 horas, se aplazó otra hora más y salió finalmente sobre las 22,25.

"La sobrecargo y las azafatas se comportaron muy profesionales. Enseguida vinieron ofreciendo agua al pasaje y preguntándonos si estábamos bien. Por el megáfono, el comandante nos explicó la situación y nos dijeron que apagáramos todos los aparatos electrónicos. Cuando llegamos a Madrid eran ya sobre las 0,20 horas de la madrugada del sábado. Nos llevaron al hotel Trip Meliá de Barajas y nos dieron unos sándwichs y agua para cenar. ", relató otro de los afectados. Al final, tomaron tierra en Asturias sobre las 10,20 de la mañana de ayer.

La táctica de Iberia Algunos de los usuarios pusieron también varias reclamaciones en la terminal de Madrid. Varios venían a Oviedo para hacer los exámenes Mir y tuvieron que ir por carretera. También se vio afectado un discjokey que venía a dar un concierto. Entre los pasajeros se denunció también "la táctica que suele utilizar Iberia de aglutinar pasajes en un sólo vuelo y cancelar los enlaces que no se llenan para rentabilizarlos, pese a sus altos precios".

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