El presidente de la Comisión Técnica Nacional de Vuelo sin Motor, Luis Ferreira, ha destacado el "cambio trascendental" de postura del Gobierno de Aragón al reconocer los problemas que presenta el aeropuerto de Huesca y la necesidad de nuevas inversiones para compatibilizar el vuelo comercial y el deportivo.
En una nota de prensa, como portavoz del Aeroclub Nimbus con sede en el antiguo aeródromo de Monflorite, Ferreira valora positivamente las declaraciones del consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, el miércoles en las Cortes de Aragón respecto al futuro inmediato del aeropuerto de Huesca.
Una vez que se ha reconocido la necesidad de corregir los defectos en las instalaciones, el Aeroclub Nimbus sugiere que la Dirección General de Transportes del Gobierno de Aragón revise el informe de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) dependiente del Ministerio de Fomento.
En este informe, recuerda Ferreira, se reconocían como graves deficiencias la proximidad de las pistas de aterrizaje y el hecho de que sea imposible segregar en tierra ambos tipos de actividades sin construir una nueva terminal de pasajeros al sur de las instalaciones.
Los usuarios del Vuelo sin Motor creen que la solución más lógica y la "única" económicamente admisible, sería recoger la recomendación de Fomento de trasladando esta práctica deportiva a otro lugar.
La torre de control del aeropuerto oscense se construyó a nivel del suelo de manera provisional con motivo de los primeros vuelos de Pyrenair en el año 2007, e inmediatamente detrás de la misma se encontraba el módulo de descanso para los controladores que exige la normativa y el edificio de los bomberos del aeropuerto.
Ambas instalaciones eliminaban el campo visual de la misma en más de 180º, precisamente hacia el espacio donde la normativa del aeropuerto obliga a aterrizar a los planeadores.
Aunque Aena resolvió los problemas de falta de visibilidad de la pista donde aterrizan los planeadores desde la torre de control, desde el Aeroclub Nimbus afirman que con esta actuación no se ha resuelto "más que la menos grave" de las quince deficiencias detectadas por Aesa.
Y es que, según Ferreira la torre de control permanecerá no operativa mientras no vuelva la actividad comercial y cuando suceda, dado que la incompatibilidad reconocida les impediría volar, "tampoco se ganaría nada".
Ferreira recuerda que el servicio AFIS (servicio de información al vuelo que sustituye a los controladores aéreos) finaliza este mes y en el caso de que se renueve será porque hay actividad comercial por lo que el vuelo sin motor volvería a quedar en tierra "una muestra más del sinsentido derivado de una incorrecta ejecución del Plan Director".
A pesar del acuerdo de las Cortes de Aragón para que en la construcción del aeropuerto se garantizara la permanencia de esta actividad, en la ejecución de las pistas no se tuvieron en cuenta las medidas necesarias para ello, por lo que una vez inaugurada la infraestructura en 2006 y tras numerosos incidentes y algún accidente, AESA elaboró en 2008 un informe en el que se reconocía su incompatibilidad con el resto de actividades de la instalación.
