Palos Verdes-CA, USA.- Bob Hoover, que nos ha dejado a sus 94 años (25/10/2016), era un piloto de pruebas y habitual acróbata de espectáculos aéreos. En una ocasión los dos motores de su aeronave se pararon en pleno vuelo, lo que evidentemente le dejó en una situación «comprometida». Hoover era reconocido como «Pilot´s pilot» «el Piloto entre los pilotos». Uno de los grandes pilotos de la historia que en los cielos han «sido»…
Tras un análisis de la situación consiguió aterrizar con la certeza de que el TMA se había confundido en el tipo de combustible a la hora de repostarle. El Técnico de Mantenimiento, evidentemente temblaba según la figura de Hoover se hacía más grande tras el accidente en su aproximación al hangar. Hoover miró al responsable de su infortunio y con voz tranquila le dijo: «Me aseguraré de que no te despidan, porque sé que nunca más te volverá a ocurrir»…
Es un claro ejemplo de INTELIGENCIA EMOCIONAL en terminología psicológica. Hoover había utilizado lo sucedido para el beneficio en el futuro. Y esta precisamente es una gran lección de lo que se llama en aviación «Just Culture», ya que evidentemente la persona sujeto del error en primer lugar estaba profundamente arrepentida, y en segundo lugar, evidentemente no lo había hecho a propósito. Asumió su responsabilidad en definitiva. Hoover supo leer entrelíneas esto, y supo de extraer de su pequeña «tragedia» enseñanzas para la mejora de la seguridad en el futuro. De hecho existen hoy en día dos dispositivos relacionados con su accidente: «Hoover Nozzle y Hoover Ring»
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