Málaga, SP, 9 de septiembre de 2015.- La juventud es una característica muy valorada, y cuando se trata de edificios de nueva construcción, suele generar expectativas. Si un inmueble es joven, los usuarios esperan que, como mínimo, las cosas funcionen. Hace cinco años que se inauguró la Terminal 3 del Aeropuerto Málaga-Costa del Sol, y la flamante edificación sigue teniendo una asignatura pendiente: las goteras. Cada vez que la lluvia ha superado el límite de la normalidad, el agua ha logrado acceder a la zona de salidas sin mucho problema. Ayer, con la tromba que causó varios desperfectos en la capital, la Terminal 3 volvió a suspender. VER RESTO DEL ARTICULO de F.Torres en MALAGAHOY.es
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