El Real Decreto Ley 1/2010 promovido por el Ministerio de Fomento obliga al Controlador Aéreo a soportar una carga de trabajo muy superior a la recomendada por Eurocontrol y por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El Decreto aumenta el volumen de tráfico aéreo que soporta el Controlador por jornada y reduce peligrosamente el descanso necesario entre sesiones de trabajo, disminuyendo los niveles de concentración y alerta, y atentando directamente contra la seguridad aérea.