Aviaciondigital, Sp.- Son tiempos convulsos para los dos grandes fabricantes de aeronaves Boeing y Airbus.  Recientemente, Tim Clark, presidente de Emirates Airlines, realizaba unas contundentes declaraciones a Boeing sobre la entrada en servicio de las 115 unidades del B777X del cual es el mayor cliente, y cuya demora en la entrega podría suponer un grave inconveniente  a Emirates, hasta tal punto que, si se prolonga más allá de 2023, optaría por  llevar a cabo la cancelación del pedido.

Según Clark es hora de que Boeing se “ponga las pilas”, garantice la fiabilidad de cada aeronave y reduzca los tiempos de entrega, ya que Emirates necesita disponer de estos aviones que son el reemplazo de su flota de clásicos 777. Siendo Emirates el operador internacional más grande del mundo, que mientras espera desesperadamente la llegada de los 777X en 2024, podría verse abocado a extender la vida útil de parte de su flota, algo que prefiere evitar a toda costa, o en el peor de los casos,  plantear la cancelación del encargo. 

Además, Emirates tiene otro pedido pendiente de 30 unidades del Boeing 787-9, cuya entrega se tenía prevista en 2023. Ambos saben que el tiempo corre en contra, y Boeing está intentando ejecutar todo tipo de pruebas y obtener las evidencias necesarias para demostrar la seguridad del avión, mientras trabaja a destajo para poder hacer entrega de las primeras unidades. 

En vista de que la situación no pinta muy halagüeña, y con el antecedente de los problemas de degradación de la pintura del fuselaje de los A350, que han llevado a los tribunales a su rival Qatar Airways y al fabricante europeo Airbus, Emirates ha dejado muy claro su total rechazo a aceptar una aeronave que no sea entregada en perfectas condiciones, coincidiendo cuando tiene pendientes 50 unidades del Airbus A350, y que cruzando los dedos, espera recibir a partir del año que viene. 

En este contexto, se ha dado a conocer que la justicia ha obligado al fabricante europeo Airbus a reconsiderar su decisión de cancelar el contrato de venta de 50 aviones A321 que tenía acordados con la aerolínea qatarí.

El reciente requerimiento judicial contra Airbus tendrá graves consecuencias para el fabricante europeo en caso de llevar a cabo cualquier acción que afectara negativamente a Qatar Airways por no cumplir con los términos del contrato de los A321. 

Qatar Airways desconfía de Airbus

Qatar Airways por el contrario asiste atónita a las declaraciones vertidas por el CEO de Airbus, en referencia a este conflicto y en las que ensalza el esfuerzo que están realizado para poder resolver la situación de manera amistosa: “Tenemos que tomar medidas para protegernos y proteger a la compañía y eso es básicamente lo que estamos haciendo, pero obviamente seguimos intentando resolver la situación de una manera más amistosa«.

Esfuerzo “amistoso” del que no tiene conocimiento alguno Qatar Airways y que, de hecho, demuestra una situación totalmente contraria, ya que los esfuerzos de Airbus van dirigidos a intentar suspender su compromiso contractual de entrega de los A321neo, así como de la investigación de los motivos de la degradación acelerada de la superficie de los A350. 

Qatar Airways continuará su acción legal para que se complete esta investigación, con el fin de establecer de forma concluyente la causa principal del problema que ha provocado la degradación de la pintura, justo cuando la Autoridad de Aviación Civil de Qatar (QCAA), acaba de revocar el certificado de revisión de la aeronavegabilidad de otro avión A350, por lo que son un total de 22 aviones Airbus A350 los que permanecen ahora mismo en tierra y no volverán a estar en servicio, hasta que la seguridad de los pasajeros y la tripulación, máxima prioridad de Qatar Airways, este garantizada.