Lo que resulta evidente es que de las palabras de Zamit, no se deduce un cuestionamiento a la profesionalidad de sus homólogos militares. Lo que se deduce es que no se puede hacer de una forma brusca, sin tiempo, la transición de estos profesionales al control civil. Fundamentalmente se refiere al control de ruta y aproximación, aunque algunos controladores militares de hecho hacen este tipo de control aéreo de acuerdo con la normativa OACI.
Mucho más inteligente, en lugar de hacer llegar el globo mediático por parte del Ministerio, hubiera sido, si finalmente se reconoce la carencia de efectivos para garantizar el sistema, ir a la reivindicada homologación de la Licencia Común Europea para los militares que así lo soliciten. Esta homologación, al día de hoy la tienen vetada desde el Ministerio, por el pavor a la fuga masiva de estos profesionales.
Más sencillo sería el traslado, aunque siempre lo sería como comisión de servicio obligatorio, a control de torre en determinados aeropuertos. Fuentes consultadas por AD, nos indicaban que sustituyendo controladores de torre en Almería, Jerez, Granada y algún otro aeropuerto de la red AENA, se podría liberar hasta 50 controladores civiles, para que ocupen puestos en centros de control o torres con más tráfico deficitarias de personal.
Al mismo tiempo, los de AENA, están intentando, de hecho lo han indicado mediante una Orden Ministerial, repescar a los ATC mayores de 57 años, que la propia Ley indica que pasan a la jubilación. Independientemente de que juridicamente no se pueda obligar por una Orden Ministerial, a contradecir lo que la Ley 9/2010 marca-al ser de rango superior-, se evidencia de esta manera que no ha habido una planificación y previsión de las consecuencia a corto plazo de la implementación de la citada Ley.
