ESA, EU.- Durante su primera misión, Futura, pasó 200 días en el espacio entre 2014 y 2015, llevando a cabo operaciones y experimentos científicos a bordo de la Estación Espacial Internacional como ingeniera de vuelo de las expediciones 42 y 43.
Tras regresar a la Tierra, Samantha lideró Spaceship EAC, una iniciativa para estudiantes centrada en los desafíos tecnológicos de las futuras misiones a la Luna, con sede en el Centro Europeo de Astronautas (EAC) de la ESA en Colonia (Alemania). También actuó como representante de la ESA en el proyecto Gateway, que establecerá una estación espacial en la órbita lunar, y dirigió a la tripulación de la 23.ª campaña Misión de Operaciones en Ambientes Extremos de la NASA (NEEMO23), que pasó diez días en la única base de investigación subacuática del mundo, Aquarius, en 2019.
Samantha está deseando que comience su segunda misión. “La Estación Espacial Internacional es el único asentamiento humano en el espacio. Se trata de una maravilla de la ingeniería, un lugar de cooperación internacional pacífica y provechosa, un laboratorio interdisciplinar dedicado a la ciencia en ingravidez”.
“Es el primer paso para establecer una presencia humana continuada en el espacio. Mientras nos preparamos para dar el siguiente paso en esta década con una infraestructura humana permanente en órbita lunar, es un honor y un placer volver a la Estación Espacial Internacional, mi casa lejos de casa”.
