Spanair inauguró hoy la ruta Barcelona-Belgrado, convirtiéndose así en la primera aerolínea del Estado que conecta España con la capital serbia en 18 años, después de que Iberia dejase de operar en este país como consecuencia de la imposición de sanciones tras la guerra de los Balcanes.
Actualmente hay un tráfico de 35.000 pasajeros entre Barcelona y Belgrado, en vuelos de seis horas con escalas. Con esta nueva ruta, el trayecto se acortará y durará unas dos horas y media. El presidente de Spanair, Ferran Soriano, auguró que esto "animará a más personas a viajar", y estimó que la demanda crecerá un 25% en tres años.
En las próximas semanas, la aerolínea catalana abrirá diez nuevas rutas desde el aeropuerto de El Prat, entre las que figuran Tel Aviv, Malta, Dubrovnik, Edimburgo y Estambul, donde también opera Vueling.
En este sentido, Soriano rechazó hablar de guerra entre las dos compañías. "La competencia es buena y sana, y siempre acaban ganando los pasajeros". Añadió que Vueling e Iberia "son grandes competidores –de Spanair–, pero hacen otra cosa".
Aún así, respondió a las acusaciones de la aerolínea presidida por Josep Piqué, diciendo que Spanair "no recibe subvenciones públicas", y señaló que no opera con aeropuertos secundarios.
Soriano reiteró que la voluntad de Spanair es convertir Barcelona en un 'hub', por lo que el próximo paso serán los vuelos directos intercontinentales, aunque remarcó que actualmente ya se puede viajar desde Barcelona a destinos internacionales como Canadá y Singapur con compañías de Star Alliance.
Spanair facturó 670 millones de euros el año pasado, con más de ocho millones de pasajeros, y actualmente cuenta con el 41% de la cuota de mercado del aeropuerto de El Prat en las rutas que opera.
En cuanto a la ampliación de capital de 50 millones de euros que se prevé cerrar en junio, Soriano explicó que la negociación "continúa avanzando" y que no hay "especial prisa".
