3/08/2011.- La Oficina de Investigación y Análisis francesa (BEA), responsable de la investigación sobre la catástrofe del vuelo de Air France entre Río y París en el que murieron 228 personas en junio de 2009, expuso ayer sus planes de publicar una recomendación sobre el funcionamiento del aviso de pérdida.
Esta declaración surgió como respuesta a la información de La Tribune y Echos, dos periódicos franceses, que indicaron que esa recomendación, que se encontraba en una versión casi definitiva del informe publicado el viernes, no había sido finalmente incluida.
Según un portavoz de BEA "el director de la investigación retiró esta recomendación del informe provisional porque debía ser completada". En su último informe BEA cuestionaba únicamente la formación y las reacciones de la tripulación después de la entrada en pérdida del avión.
Air France salía en defensa de sus pilotos y sostenía que "no hay evidencias en este momento para poner en duda los conocimientos técnicos de la tripulación" y aludía a la fiabilidad del aviso de pérdida del Airbus. La compañía cree que "sus múltiples activaciones y paros erróneos" hubieron incapacitado "fuertemente" a los pilotos.
El director de BEA, Jean-Paul Troadec, señaló el viernes que ese aviso "que se detiene en ciertos momentos, podría haber alterado la compresión de la tripulación" de lo que estaba ocurriendo.
Air France, por su parte, dijo el martes a la agencia de prensa AFP que ha enviado una carta a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) solicitando que vuelva a examinar el asunto con rapidez.
Esta nueva recomendación podría dar argumentos a los familiares de las víctimas en Brasil y Francia que critican a BEA por centrarse tan sólo en la actuación de la tripulación en este informe.
Hasta ahora, la formación de hielo en las sondas Pitot son la única deficiencia técnica que se ha establecido, pero los investigadores sostienen que ésta no es la única causa del accidente.
