Guadalajara, SP.- Hace unos días, concretamente el 25 de octubre pasado, el servicio esencial de Control Flow (control de afluencia) del FIR Sevilla, se dejó sin cubrir durante nada menos que 10 horas, aproximadamente entre las 09:00am y las 19:00pm. La función del control de afluencia es la de vigilancia para que no se sobrepasen en ningún momento las capacidades de los distintos sectores en los que se organiza esas parcelas en las que se divide nuestro espacio aéreo, de tal forma que no se amenace en ningún momento la capacidad de gestión por parte de los controladores aéreos en frecuencia operativos. Es como si alguien vigilara que una gota no colme totalmente la capacidad de un vaso, en tiempo real y con puntitos que vuelan a 900 kms/hr, con lo que el tiempo de reacción queda bastante limitado.
En ese período aproximadamente se pueden llegar a gestionar 6.000 aeronaves sobre el FIR Sevilla. Pues bien, por un criterio que no hemos podido aún contrastar, el DRNASur (Director Regional de Navegación Aérea del Sur) AF, señalan algunas fuentes habría dado la orden de no cubrir dicho puesto. El coste aproximado de haber movilizado al personal que podía subsanar esta contingencia con los RRHH propios, no ascendería ni a 500€. En cualquier caso no será el coste económico el que hiciera que se tomara esa decisión, sino más bien una cuestión de imagen interna para otras ocasiones en las que surjan contingencias. Lo que no hace sino acrecentar la barbaridad para evitar la potencial amenaza de sobrepasar la capacidad de los sectores (es lo que se denomina una «barrera» más a todas las demás barreras del Sistema).
Tres días después, el 28 de octubre un vuelo ambulancia para el traslado de órganos debería haber aterrizado en el Aeropuerto de Reus, para que el equipo médico extrajera y trasladara un órgano desde el Hospital Joan XXIII hasta su receptor. Al realizarse la petición para un horario fuera del operativo el vuelo se desvió a El Prat, por falta de personal para asistir a la operación aérea en Reus (una situación que ya se había reproducido en 4 ocasiones durante este año 2017, pese a que los profesionales están perfectamente dispuestos para sacrificarse ante este tipo de eventualidades relacionadas con los vuelos que salvan vidas, pero los controladores no pueden exceder sus tiempos de actividad-descanso fuera del horario operativo lógicamente.
La falta de plantilla ATC explica estas carencias, que se manifiestan en este tipo de contingencias. Lo mismo que sucede en Sevilla ACC, a lo que hemos de añadir la avanzada edad de los ATCs entorno a una media de 51 años de edad, lo que a pesar de las recientes convocatorias de nuevos controladores, hasta que éstos estén operativos allá por 2019, y se convoquen otras tantas (entorno a 250), no se normalice la pirámide de edad cada vez más ancha por su parte superior.
Felix Alonso, de En Comú Podem-En Marea, hace una razonada y razonable pregunta sobre lo sucedido con el vuelo ambulancia de Reus, y las medidas que se implementarán o no al respecto. Pero el fondo de la cuestión es la cada vez más acuciante falta de profesionales, no sólo de controladores aéreo, como para poder atender estas contingencias o una baja de un controlador de Flow en todo un FIR como el de Sevilla, durante más de 10 horas, con lo que esto conlleva.
