Madrid, SP, 22 de enero de 2015.- Como estaba previsto el intento de «instar», por no decir «presionar» a las compañías aéreas, para la bajada del precio de sus billetes, por el Ministerio de Fomento, es una nueva ocurrencia e interferencia en asuntos propios de las compañías aéreas PRIVADAS, por cierto. Ya lo dijo el presidente de la compañía bandera española, Air Europa, JJ.Hidalgo, hace escasas fechas, e incluso se lo intentó explicar al Ministerio. No existe una relación directa, como si una compañía aérea fuese una gasolinera, entre la bajada del combustible, y la repercusión que esta bajada al precio de los billetes. Hidalgo señaló que el seguro que cubre el precio del combustible tiene un coste. COSTE IMPORTANTE. Este seguro cubre el 75% en el caso de su compañía, a futuro. Por otra parte el precio de los billetes, tambien se lo explicó a este ultraliberal, pero mediaticamente aprendiz de intervencionista Ministerio de Fomento, no es fijo. Hidalgo, de nuevo, se lo explicó con claridad al Ministerio. Es como jugar en Bolsa. Algunos pasajeros en la misma fila pueden haber pagado distintos precios por el billete. Luego, los cálculos que hacen las compañías para fijarlos están en función de eso que tanto debería gustar a la Ministra Pastor, como es la ley de la oferta y la demanda. Y eso es lo que hace que no se pueda aplicar directamente la bajada del combustible a los billetes. Es, un poquito más complejo. Y luego, logicamente, esta el pequeño matiz de la libertad de mercado, etc… La misma libertad con la que juegan con los bienes públicos privatizables. Por esto el Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda,Gómez-Pomar, pese a la pose de reunirse con las aerolíneas españolas (más de cara al electorado que por una profunda reflexión práctica), ha sido agasajado con un educado portazo de las compañías aéreas en las narices esta mañana en Madrid al unísono. De hecho el Secretario de Estado reconocía que no pueden pedir «compromiso alguno». Luego, ¿qué sentido ha tenido esa reunión?. Maquillaje ante el electorado en medio de la tormenta por la privatización del Ente Público, y la que se avecina en ese Ministerio. Algo que no tienen demasiado medido según parece.
Gómez-Pomar calificaba de «muy positivo el encuentro», y reconocía que el Gobierno «no entra en las estrategias de fijación de precios», para señalar a continuación que «este es un mercado libre, competitivo. La competencia determina las ventajas para los pasajeros y los ciudadanos». Algo que parece contradictorio con el mensaje de Pastor, y la ingerencia, cuando señalaba que «hay oportunidades» para que los ciudadanos «puedan beneficiarse» de las reducciones de los precios de combustible.
Tanto Iberia, la compañía del Grupo IAG, que señalaba que se estaba maximizando la influencia de la bajada del combustible en el precio del billete, y señalaba, por ejemplo, el factor del cambio dólar-euro, lo que ha tenido que reconocer Gómez-Pomar ante los periodistas diciendo que «juegan en sentido adverso», hace menos comprensible la reunión mantenida hoy, salvo por cuestiones relacionadas con el marketing político y el electoralismo que ya lo invade todo. Desde el punto de vista práctico nada de nada. En lugar de quizás estar hablando o estudiando, como se haría en un país serio, si hay repercusión de la competencia a la baja en los billetes aéreos y la seguridad aérea. Un tema de mucho más calado, y quizás más importante, que apuntarse, como hacen estos políticos al carro de los billetes aéreos a 35EUR que en el fondo está significando que el mercado se come quizás lo que la lógica del equilibrio con respecto a los estándares de seguridad aconsejarían. Tensar más esa cuerda, la de los precios, más aún que lo hace ya el propio mercado, no parece que tenga que ser la tarea de un Ministerio. Mientras por ejemplo, los trenes de cercanías acaban de sufrir una nueva subida en este mes. ¿Tiene lógica?
A la reunión de hoy asistían organizaciones de compañías aéreas ALA, ACETA y AECA, y operadores Vueling, Iberia, Air Europa, EsayJet, Air Nostrum, Iberia Express, Norwegian y Binter.
