Hay una frase de Luís Lacasa, decano del COPAC, que invita a reflexionar en profundidad cuando dice "La formación mitiga el error humano", y por tanto aumenta los márgenes de seguridad. La irrupción del piloto de aviación comercial en el ámbito universitario, con un título de Grado, oficializa y normaliza el esfuerzo académico que supone acceder a la profesión. Esto se ha conseguido uniendo las fuerzas de la Universidad Pública Rovira i Virgili de Tarragona, el Ayuntamiento de Reus, la Generalitat y el Colegio Oficial de Pilotos. Es un buen ejemplo de colaboración del ámbito universitario y las instituciones, entre las que se encuentra la que aglutina a los profesionales pilotos. Por otro lado, supera los mínimos que contempla OACI. Lo que hace que en esta ocasión se vaya por delante de la normativa internacional en materia de formación. Pero esta reivindicación colegial, comenzó su camino hace 35 años, con nombres como Salvador Sánchez Terán, y tantos otros, en distintos momentos. Es un trabajo que ahora ha visto la luz.
El título oficial, presentado hoy en Madrid, se denomina "Grado en Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas", que se enseñará en el Centro de Estudios Superiores de la Aviación (CESDA) de Reus, adscrito a esa universidad, y que cuenta con el apoyo del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial (COPAC).
Conseguir esta titulación ha sido un objetivo histórico del colegio, según ha destacado su presidente, Luis Lacasa, en rueda de prensa.
Ha resaltado la "necesidad" de profesionales "debidamente cualificados y debidamente formados" para organizar distintas actividades en expansión.
En este sentido, ha citado el accidente de un avión de Spanair ocurrido hace dos años en el Aeropuerto de Barajas.
"Hemos visto deficiencias en muchos ámbitos, sobre todo en la supervisión -ha señalado-, hemos visto también la necesidad de tener buenos expertos en lo que es la confección de listas de los aviones, lo que son sistema de gestión de la seguridad".
Todo esto son conocimientos nuevos que se han ido desarrollando y para los que "no hay una formación específica dentro del ámbito académico", ha añadido.
El error humano interviene en dos de cada tres accidentes, pero la formación para evitarlo ha ido disminuyendo en estos años en la industria y se ha ido "plegando constantemente", según Lacasa, a los intereses de los países emergentes.
Esto ha hecho que los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) sean "realmente bajos".
No obstante, la licencia mínima de piloto no exige nivel universitario, sino que los interesados pueden formarse en escuelas autorizadas en el ámbito de Fomento, ha indicado Lacasa.
También ha asegurado que, en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), no hay personal experto en operaciones aéreas que conozca adecuadamente la industria y tenga la formación, capacidad y autonomía para abrir expedientes y procesos de sanción.
Según ha explicado el director de la CESDA, Josep María Gastó, los graduados obtendrán simultáneamente el título y la licencia de vuelo.
Este centro venía impartiendo desde hace años un título propio de este tipo, cuyos graduados podrán homologarlo con el oficial por reconocimiento de créditos, previsiblemente de forma total, y de manera parcial (hasta un 15 por ciento) con otras carreras no oficiales relacionadas.
Los postgrados podrían ser sobre gestión de la seguridad y nuevas tecnologías y la supervisión de operaciones.
Por otro lado a preguntas de AD, L.Lacasa, corroboró que con esta titulación se abren expectativas profesionales a los pilotos en cuestiones como la gestión de compañías, o por ejemplo el acceso a comisiones de expertos como la CIAIAC, dada la oficialidad y el reconocimiento del título que ayer se presentó en Madrid, en la sede del COPAC.
