Mari Paz Ojeda adelantó ayer que será muy difícil que su grupo vote en la Comisión de Economía a favor de la campaña de publicidad en aviones. La socialista asegura que se trata de una subvención encubierta a Air Nostrum, una compañía que «se estará frotando las manos» porque va a obtener 161 euros por cada billete vendido. La diputada confía en que el Gobierno aclare qué repercusión real tendrá en el bolsillo de los pasajeros los 2,6 millones anuales que piensa gastarse «en posavasos».
Ojeda sostiene que el Ejecutivo local ha recuperado, con esta «subvención encubierta», el sistema que mantuvo hasta hace unos meses, una fórmula fracasada que beneficia principalmente a la compañía.
La diputada también acusa al Gobierno de Juan José Imbroda de haber redactado el contrato de publicidad para que sea Air Nostrum la empresa adjudicataria. Y todo, reprochó, después de que el presidente de la Ciudad negara que existiera una contraprestación a la compañía por reducir el precio de los billetes. Ojeda asegura que «no salen las cuentas», porque la empresa obtendrá un beneficio de 161 euros por billete.
Al margen de criticar el hecho de que el Gobierno no haya sido capaz de explicar con más detalles los términos del acuerdo, como cuántos posavasos se pagarán con esos 2,6 millones de euros, la socialista denunció que los 63.500 billetes no supongan ni un tercio de la cantidad total que se vende cada año.
La diputada echa en falta «mecanismos de control» para supervisar el cumplimiento del convenio, así como explicaciones convincentes que le hagan cambiar el sentido de su voto. La palabra de los populares, asegura, tienen un valor relativo después de casos como el del barco a Motril.
