Entre el aluvión de información que hemos vivido estos días, la campaña de acoso y derribo al controlador, (sólo falta ponerles una estrella de David en la espalda, y que conste que en absoluto apruebo su desmedida reacción),los análisis de carácter jurídico sobre la legalidad o constitucionalidad de los dos decretos, las opiniones de grupos políticos sobre si hubo improvisación, o provocación en la elección de la fecha del Decreto. etc., he echado de menos comentarios sobre lo que a mi juicio está en juego, la seguridad aérea.
Ni siquiera en la sesión del Congreso ningún partido se refirió a este tema ¿acaso no les preocupa? Solo he encontrado un artículo de A. Viñas que lo plantea "Carta abierta al sentido común" publicado en elconfidencial.com del domingo .Algún controlador ha intentado referirse al problema pero ha sido visceralmente silenciado, ya que parece ser que los que cobran mucho no tienen derecho a ponerse nerviosos.
El tema de la seguridad aérea me ha preocupado desde febrero de este año, a raíz del Real Decreto que limitaba las condiciones de trabajo de los controladores Publiqué dos artículos en este digital, el 25 de febrero "La seguridad aérea y los controladores", donde me parecía que el problema real de AENA era la "borrachera" de aeropuertos construidos y poco rentables, y el 7 de mayo "¿Quién está jugando con la seguridad aérea?" donde decía literalmente ""sin embargo las medidas que parece ser está tomando AENA, amparándose en el citado Real Decreto, y Ley posterior, dan la sensación de estar forzando esa actitud beligerante por parte de los controladores, empujándoles hacia una situación límite cuyos fines se me escapan, pero que puede estar poniendo en serio aprieto la seguridad aérea".
Viñas en su artículo pone de manifiesto la tensión a la que se puede ver sometido un controlador que demonizado por la opinión pública, y amenazado por el Fiscal General con grandes penas de cárcel, tras acudir al juzgado, tiene que sentarse ante una consola de la torre o centro de control y procurar que el tráfico sea lo más seguro posible. Como dice Viñas en esos dos puntitos de la pantalla hay centenares de vidas en sus manos.
Sin entrar a juzgar sobre la legalidad de la militarización de las torres, según manifiestan los controladores, el trato con los responsables militares del Ejército del Aire es mucho más normal y el trabajo más seguro que con los responsables de AENA, ya que a aquellos les preocupa la seguridad y parece ser que a estos el ahorro de costes. Pero como esta situación no se puede perpetuar alguien debería sacar conclusiones En este sentido hay una interesante carta abierta de un controlador al Ministro de Fomento que a lo largo de una treintena de páginas aporta unos datos y explicaciones que debería leer todo el que se interese seriamente por este conflicto. La carta finaliza destacando que deben primar los criterios de seguridad sobre los economicistas.
Finalizo este artículo con el último párrafo del que escribí en mayo: "En resumen este cúmulo de circunstancias está provocando un clima de tensión e inseguridad que afecta directamente al trabajo de los controladores, Trabajo que requiere una atención máxima y que debería desarrollarse en un entorno de sosiego y estabilidad que, por lo antes expuesto, parece lejos de ser el adecuado. Esperemos que se imponga el sentido común y que la seguridad aérea en España pueda seguir siendo tan fiable como hasta la fecha."
Si como se dice el Gobierno ha podido negociar con terroristas y secuestradores ¿no podrá hacerlo también con los controladores? Y si es muy grave atentar contra el derecho a la libertad de movimiento, mucho más lo es poner en peligro la seguridad de las personas.
