El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha sido protagonista de la implantación del proyecto AMBAR de re-estructuración con el que cambiará su operativa y optimizará la gestión de su tráfico aéreo.
Según ha explicado ENAIRE, este proyecto además mejorará la eficiencia en las operaciones aéreas y la sostenibilidad con respecto a los procedimientos actuales, lo que se traduce en importantes ahorros para las compañías aéreas en términos de calidad de servicio, reducción de consumo de combustible y menores emisiones de gases contaminantes.
El rediseño del espacio aeronáutico de Barajas propone un cambio del uso actual, que depende de las pistas paralela 32R y 18L, a un uso que permita aproximaciones independientes en ambas configuraciones, norte y sur. Para ello, el proyecto Ambar ha incluido modificaciones y mejoras en los procedimientos de llegada instrumental en las aproximaciones al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, en las cuales se han aplicado las tecnologías más avanzadas.
Más eficiencia y menos impacto ambiental
La puesta en marcha del proyecto AMBAR se inicia tras haber obtenido la aceptación del cambio por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea de manera previa a su incorporación a la publicación de información aeronáutica AIP-España. Es una práctica habitual en proyectos que implican cambios como el propuesto en este proyecto de espacio aéreo, un plan de transición acordado con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, que se implementa durante las primeras semanas después de la instalación.
Por otro lado, las mejoras que se están realizando no tendrán un impacto en los niveles de ruido ni en los horarios. Además, el proyecto AMBAR cumple con los escenarios enumerados en el Plan Director del Aeropuerto vigente y con las medidas de corto, mediano y largo plazo aprobadas por las comisiones ambientales.
Desde el punto de vista medioambiental, la nueva estructura de espacio aéreo de AMBAR y sus procedimientos asociados posibilitarán que las aeronaves realicen unos perfiles de vuelo más eficientes y permitirán una optimización de las distancias recorridas por las aeronaves al disponer de rutas de vuelo más cortas.
Con la mejora de la gestión del tráfico aéreo y los flujos de salida y llegada al Aeropuerto, se conseguirá una reducción del tiempo y recorrido de vuelo, y, por tanto, una disminución del consumo de combustible y de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Impacto acústico sin cambios
El proyecto AMBAR no modificará el impacto acústico en relación con el escenario actual en las proximidades del Aeropuerto, ya que incluirá mejoras significativas desde el punto de vista de las emisiones de ruido en áreas más alejadas del mismo. Además, se logrará mayor exactitud en el seguimiento de las trayectorias, facilitando el poder sobrevolar poblaciones a gran altitud, gracias a la menor dispersión de trayectorias, al aumento en la precisión de la navegación y a los nuevos procedimientos de vuelo instrumental.
Calidad del servicio y mejoras económicas
Partiendo de una más eficiente gestión de las operaciones por parte del control de tráfico aéreo, así como de las trayectorias voladas por las aeronaves, se podrán reducir costes para las compañías aéreas a través de menores consumos de combustibles y de disminución de demoras, aumentando con ello, además, la calidad del servicio percibida por los pasajeros.
En conclusión, los beneficios que se traducen de la puesta en servicio del proyecto AMBAR repercutirán tanto en la seguridad, la eficiencia de las operaciones, del control del tráfico aéreo y la sostenibilidad, dando lugar a una mejora de la predictibilidad y de las trayectorias voladas por las aeronaves, aumentando la calidad de servicio a las compañias aéreas y de sus clientes.
