Gran Canaria, SP, 14 de junio de 2015.- En lugar de reconocer la mayor, es decir que la política de presión sobre los controladores aéreos llegó hasta la propia libertad de expresión u opinión, en el caso del Jefe de Sala del ACC Canarias, tras 36 años de impecable servicio, la respuesta que al aguerrido e infatigable Senador Quintero le da el Gobierno de la Nación, Fomento y ENAIRE es que «el puesto que ocupaba el controlador mencionado eera de libre designación y es discreccional para la empresa el nombramiento y cese», tras expresar libremente su opinión con varios mensajes en Twitter. Es decir se confirma una vez más de esta manera y por escrito, ya no se cortan, que estos ciudadanos-controladores no sólo tienen restringido su derecho a huelga (0,1% de SSMM reales), su derecho a reunión, cuando fueron militarizados, su derecho a la salud, cuando se ha puesto en duda la veracidad del famoso 34.4 allá por 2010, conciliación laboral, o en cierta medida a la tutela judicial efectiva, puesto que a pesar de archivarse un procedimiento penal, se actúa por otra vía sancionando a 62 empleados, sino que además ahora se pone por escrito en duda un derecho fundamental como es para el resto de los mortales el de expresión y/u opinión. Esto ya trasciende al ámbito laboral, y va excediendo los límites de lo que es un Estado de Derecho, y comienza a tomar forma de otra peligrosa, casposa, arcaíca y superada forma de Gobierno, que al observador objetivo no pasa desapercibida. ¿Quiénes son los radicales de verdad Sra.Ministra?
