DHL Express, Np.- DHL Express ha sido la compañía logística que se ha encargado de trasladar al gorila Kiburi desde el Zoo Loro Parque de Tenerife al zoológico ZSL de Londres, como parte de un programa internacional de cría de esta especie que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
DHL Express ha gestionado todo para que Kiburi, de 18 años, pudiera hacer el viaje, de más de 3.000 kilómetros, con total seguridad y comodidad, en un habitáculo construido a su medida y bajo la supervisión de un equipo multidisciplinar de profesionales incluyendo cuidadores del zoológico, ingenieros de aeronaves, manipuladores de carga, expertos de seguridad, pilotos y conductores. Durante el trayecto, el gorila, de 193 kg y 1,5 m de altura, disfrutó de una nutritiva comida a bordo a base de abundantes verduras de hoja verde, puerros, un plátano y un refrescante té de frutas.
A su llegada a Londres, Kiburi ha pernoctado en una zona especial del aeropuerto antes de ser recibido en el Zoo que va a ser su nuevo hogar. Un equipo de veterinarios y cuidadores del zoo de Londres ha estado presente en esta entrega tan especial y, tras realizarle un chequeo completo, se ha procedido a su aclimatación en su nuevo hogar, donde convivirá con otros gorilas de su misma especie.
En palabras de Roy Hughes, vicepresidente ejecutivo de Operaciones de Red y Aviación en Europa de DHL Express, «ayudar a Kiburi en su traslado a Londres ha sido un enorme privilegio. El esfuerzo logístico para transportarlo no fue una hazaña, pero nuestro equipo de expertos, en estrecha colaboración con el ZSL London Zoo y Loro Parque de Tenerife, hizo todo lo posible para garantizar que su viaje fuera lo más seguro y cómodo posible. Todo el equipo de DHL se ha involucrado en este traslado, y estamos deseando ver a Kiburi disfrutar de su nuevo hogar en el Reino de los Gorilas».
Kiburi será el encargado de dirigir a la actual manada de gorilas de este conocido y famoso zoo, compuesto por las hembras Mjukuu y Effie, y los jóvenes Alika y Gernot, en el hogar del llamado “Reino de los Gorilas”, con la esperanza de que el esfuerzo de emparejamiento conduzca al aumento de la población de esta especie.
Este emotivo traslado ha sido gestado durante cuatro años, tras el triste fallecimiento en 2018 de Kumbuka, el macho del zoológico de Londres. Fue entonces cuando el ZSL comenzó la búsqueda del macho idóneo para ocupar su lugar, en colaboración con el coordinador del Programa Europeo de Reproducción de Especies Amenazadas (EEP) para los gorilas occidentales de llanura, que tiene en su programa registros detallados de la especie.
Durante las próximas semanas, Kiburi irá explorando su nuevo hogar en “el Reino de los Gorilas” que incluye una exuberante isla privada con cuevas ocultas, un gigantesco y selvático gimnasio y un arroyo que fluye, y siendo presentado progresivamente a su nueva manada; justo a tiempo para la primera Navidad con su nueva familia.
Glynn Hennessy, cuidador de gorilas del zoo ZSL de Londres, afirma: “estamos muy contentos de que Kiburi se haya unido a nosotros en el zoo de Londres, y agradecemos a DHL la atención de primera clase que ha prestado a nuestro “paquete de gran tamaño” a lo largo de esta entrega, cuidadosamente planificada. Al igual que cualquier familia mixta, cuando se conocen conviene ir despacio, por lo tanto, vigilaremos de cerca a toda la manada y los presentaremos cara a cara a un ritmo en el que se sientan cómodos”.
Por su parte, el director de Operaciones Zoológicas del zoo ZSL de Londres, Dan Simmonds, quien supervisó el traslado, añade: «lamentablemente, los gorilas occidentales de llanura están disminuyendo en las zonas salvajes de África central y occidental, enfrentándose a peligros como las amenazas de la caza furtiva, las enfermedades, la deforestación y el cambio climático».
Añade que «el ZSL está trabajando para proteger estas especies participando en este programa vital de cría a nivel mundial, al tiempo que investiga las enfermedades de la fauna salvaje. Adicionalmente, trabajamos con socios sobre el terreno para reforzar la protección y la vigilancia de la fauna salvaje, capacitando a las comunidades locales a combatir los delitos contra su ecosistema. Con el tiempo, esperamos volver a oír el golpeteo de pequeñas patas de nuevos gorilas en nuestro “Reino de los Gorilas”, lo que contribuirá al aumento de la población de esta especie en peligro de extinción».
