Bruselas, BEL, 30 de septiembre de 2013.- La Comisión de Transportes de la Eurocámara, rechazaba con claridad esta mañana, por 20 votos contra 13, las pretensiones del organismo de Transportes que preside Siim Kallas, y que suponía un claro apoyo a la industria aerocomercial europea. sobre las Limitaciones de Tiempo de Vuelo (FTL). Los europarlamentarios han hecho suyo el argumento de la ECA (European Cockpit Association), en el sentido de que el organismo del que Kallas es Comisario no habría presentado datos científicos suficientes para despejar dudas razonables acerca del riesgo para la seguridad en lo referente a horarios nocturnos y privación del sueño.
La semana pasada, en una rueda de prensa convocada por SEPLA junto a FACUA, el representante de ECA, el español Alvaro Gammicchia, insistía en los tres estudios científicos que señalaban que las pretensiones de aumentar la actividad de las tripulaciones, incidirían en la merma de la seguridad.
Por su parte, el altivo Kallas, declaraba a EP que "su propuesta va más allá (en materia de seguridad) al poner en común las mejores prácticas de todos los Estados miembros de la UE y los últimos conocimientos científicos", y a su juicio añadía "el voto negativo de la Eurocámara pone en riesgo medidas claves para mejorar la seguridad aérea", para lo que pedía que los eurodiputados reconsideren el sentido de su voto en el pleno del próximo mes de octubre.
Pero lo más jugoso de sus declaraciones es cuando ha señalado que "necesitamos un debate basado en hechos, no en afirmaciones falsas e historias de miedo engañosas". Lo que en román paladino, es sintomático de que muy bien no le ha sentado este rechazo. Tampoco, a buen seguro se lo habrán tomado bien las compañías europeas, cuya postura apoyaba el Comisario implicitamente.
De hecho los eurodiputados le piden al Comisario una nueva propuesta "con el fin de adoptar nuevas normas para evitar la fatiga de las tripulaciones aéreas".
La Eurocámara, de momento, ha conseguido parar estas pretensiones que los profesionales consideran "potencialmente peligrosas" con jornadas que podrían llegar, imaginarias incluídas a las 22 horas.
