Las Palmas de Gran Canaria, SP, 29 de septiembre de 2014.- Las motos rugiendo por la Isla de Gran Canaria, un Ayuntamiento reconociéndoles su labor en pro de la seguridad, intensa semana la de la AVJK5022, y un punto más de crueldad por los oídos sordos, las retiradas de miradas a los ojos, y seis años y un mes de lucha por dos cosas tan esenciales como son La Verdad y La Justicia.
No es lo mismo surcar las despiadadas calles de Madrid con un autobús rojo, que hacer rugir las motos y las pancartas a lomos de un camión por una isla canaria. Allí el ruido parece que rebota y el mensaje no puede huir de la isla. Tampoco Mapfre puede huir de dar respuestas claras, concisas y concretas a lo que los afectados le están demandando. Allí mucho más que muy probablemente el mensaje rebotará de municipio a municipio, como si fueran bolas en una mesa de billar americano, hasta que finalmente la bola negra entre por el último de los agujeros. El mensaje de que "ni les cuida ni cumple…" resulta evidente y comprensible. La creciente preocupación por la cuenta de la aseguradora en la isla, según algunas fuentes nos señalan, va en aumento. Allí el ruido que se intentó silenciar durante la travesía del bus de Mapfre por las calles de Madrid, incluyendo todos los medios de comunicación que a sus puertas tuvieron la noticia, no es posible acallarlo. La idiosincrasia insular determina que las noticias corren rápidas por la isla, y la respuesta ciudadana aún más.
Si consideran que MAPFRE no les cuida ni cumple con ellos, evidentemente será por algo. Pero ese algo, cosa que no parece que en Mapfre estén comprendiendo, no es cuantificable, no es concretable, no tiene ni ceros ni precio. Va más allá, incluso de la propia esencia de lo que es una póliza de seguros. Cubrir el riesgo no es lo mismo que transmitir que uno se cubre de riesgos cuando sube a una aeronave, pues si algo sucede a uno, según entienden los afectados, ni le van a cuidar ni van a cumplir con ese afectado u afectados. Se le puede preguntar a cualquiera de ellos. En definitiva el descontento es el fiel reflejo de una imagen que la propia sociedad cada vez va concretando más sobre la política de algunas compañías de seguros. Deberían pensárselo muy mucho en la aseguradora, y recapacitar sobre los mensajes que intentan lanzar, pues desde los afectados se habla de Derechos de los Pasajeros, algo que trasciende evidentemente a una cifra, a unos ceros, y a un mensaje mediático que no se corresponde con la realidad de lo que se reivindica. Una pequeña porción de respeto es lo que le están demandando. Motos que rugen, corazones que laten, ruido que emana de la injusticia. Verdad y Justicia, pero además respeto…
