Aviación Digital, Sp. – A una altitud superior a los 20 metros, ya se puede apreciar la recién instalada señalización que caracteriza al edificio más icónico de la plaza de Moncloa en Madrid. La flamante inscripción «EJÉRCITO DEL AIRE Y DEL ESPACIO» otorga aún más personalidad al frente de la entrada principal del edificio.
La instalación de esta nueva leyenda ha sido todo un reto técnico resuelto a partir de una excelente planificación llevada a cabo por el Grupo de Apoyo del Cuartel General, la unidad que lleva todo el peso del mantenimiento de las instalaciones de este edificio. Se han colocado nuevas letras en bronce patinado con una altura cada una de 78 centímetros y un peso aproximado de 8 kilos. En total, el nuevo cartel tiene una longitud de 17,80 metros de largo.
Aunque los trabajos de colocación se han desarrollado en apenas tres días por parte de una reputada empresa de fundición, Bronces Artísticos S.L., el peso de la planificación ha estado en manos del Grupo de Apoyo, con su jefe, el coronel Javier Azcárraga Alonso, al frente y el comandante Fernando Martínez García liderando el diseño y ejecución. Se han desarrollado varios estudios y diseños hasta que finalmente quedaron dos, sobre los cuales finalmente se escogió el ahora expuesto. Se ha utilizado el tipo de letra Standar PanRoman para no romper esa línea neoescurialense que caracteriza al edificio.
Tras meses de trabajos sobre planos, entre el 18 y 20 de septiembre se procedió con el trabajo de instalación propiamente dicha. Se optó por desarrollar los trabajos con plataforma y no con andamiaje para no interrumpir la vida diaría del cuartel general. Primero se procedió a la retirada de las letras anteriores, que llevaban desde el año 1978 cuando sustituyeron al anterior cartel de ‘MINISTERIO DEL AIRE’. Fue un trabajo más o menos rápido que se efectuó con delicadeza para conservar las letras. Las mismas han sido depositadas bajo la custodia del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire y del Espacio para que determine su nuevo destino.
Una vez que se retiraron, se procedió a una profunda limpieza de la zona de granito donde habían estado para eliminar los restos de silueta que aún se percibían. Ya limpia la superficie, se colocaron las nuevas letras, que van dotadas de un tetón saliente de agarre de 8 centímetros, que soportan sobre un taco químico que sujeta de manera firme y segura cada letra.
En resumen, un hito histórico realizado con éxito y solvencia y que marca una nueva era para nuestro Ejército del Aire y del Espacio.
