Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- Solo la mitad de los F-35 fabricados están en condiciones para poder realizar misiones de guerra, según han comunicado fuentes del Pentágono. Estas cifras se encuentran muy por debajo del objetivo establecido por el departamento de Defensa de Estados Unidos que indica que el 65% de las aeronaves deberían poder emplearse desde este momento en misiones de guerra. Además de no poder utilizarse, el director del programa de F-35 ha calificado el estado de las aeronaves como «inaceptable», según ha informado Bloomberg.
Actualmente, la flota estadounidense del avión furtivo fabricado por Lockheed Martin consta de 540 unidades y a nivel mundial se han entregado un total de 890 de estos aviones. Junto a esto, el mes pasado, BAE Systems anunció que había transferido a Lockheed Martin el fuselaje trasero número 1.000 desde sus instalaciones en Lancashire, Reino Unido, una cifra que representa un hito en la producción y entrega de estos aviones de combate de quinta generación que ya se encuentran en los Ejércitos de países de Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Italia, Países Bajos, Noruega, Polonia y Reino Unido.
Problemas en el enfriamiento del motor
El teniente general de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, Michael Schmidt, quien dirige el programa de aviones F-35, informó que la tasa promedio mensual de disponibilidad operativa de estos aviones de quinta generación ha aumentado al 53,1%. Esto significa que más de la mitad de los cazas furtivos F-35 están listos y aptos para llevar a cabo misiones de combate, demostraciones de fuerza, entrenamiento y pruebas. Sin embargo, un informe preliminar de la Oficina de Auditoría de Estados Unidos ha señalado un problema relacionado con el sistema de enfriamiento del motor del F-35, que no es lo suficientemente efectivo y esto podría reducir la vida útil de los motores.
De hecho, el Pentágono ha tomado la decisión de abandonar sus planes de desarrollar un nuevo motor adaptativo de próxima generación para el avión F-35 Joint Strike Fighter. En su lugar, el fabricante Pratt & Whitney llevará a cabo una actualización en el motor existente, conocido como F-135, para que los aviones F-35 tengan la potencia necesaria para utilizar armas futuras. Esta actualización del motor se realizará con el objetivo de mejorar el rendimiento y las capacidades de los aviones sin la necesidad de desarrollar un nuevo motor desde cero.
398 aviones por 30.000 millones de dólares
Esta decisión se produce en el contexto de un contrato de 30.000 millones de dólares entre el Departamento de Defensa y Lockheed Martin, que se cerró a principios de año y que implica la entrega de hasta 398 aviones F-35 Lightning II. La primera unidad de F-35A producida en 2007 tenía un coste de 221 millones de dólares, pero a medida que se ha incrementado la producción y se ha acumulado experiencia, el precio unitario ha disminuido considerablemente a 79 millones de dólares, lo que ha contribuido a hacer que el F-35 sea más asequible y atractivo para un creciente número de clientes tanto en los Estados Unidos como a nivel internacional.
Actualmente, el F-35 se utiliza en tres ramas del Ejército estadounidense, incluyendo el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y la Marina, cada una con sus propias variantes. Por ejemplo, el Cuerpo de Marines opera la variante de despegue corto/aterrizaje vertical (STOVL), mientras que la Fuerza Aérea planea adquirir un gran número de aviones F-35A. La Marina está interesada en el F-35C.
Además, Lockheed Martin ha tenido éxito en la venta de F-35 a nivel internacional, habiendo ganado licitaciones en Finlandia, Suiza y Alemania y con posibles clientes adicionales como Grecia y la República Checa en el futuro.