En relación con los anuncios sobre aeropuertos, UGT recuerda a Fomento que AENA está facilitando a los medios de comunicación datos erróneos, que contradicen sus propias cifras previas ( hemos detectado más de 50 errores). Se está confundiendo a la opinión pública para crear el clima social que demande una privatización de los aeropuertos innecesaria y costosa.
UGT comparte que se corrija la mala gestión causante de los balances económicos, y eso puede hacerse sin cerrar aeropuertos, ni reducir sus horarios y plantillas, pero pasa por la destitución de los gestores culpables de estos resultados. No tiene sentido mantener a quienes han causado lo que ahora pretenden remediar con recetas magistrales, que no corresponden a la realidad de que:
– AENA, el mayor gestor aeroportuario del mundo, NO CUESTA UN EURO a los ciudadanos. Es uno de los escasos servicios públicos estratégicos y de interés general que se autofinancia y distribuye riqueza en todo el país. Por los aeropuertos llega el 75% del turismo fundamental para el PIB español. Y lo hacen en las mejores instalaciones, en condiciones de seguridad y atención que no deben disminuir. No olvidemos que AENA participa en aeropuertos de EE.UU, Sudamérica, o países europeos como Gran Bretaña y Suecia.
– Los aeropuertos esperpénticos sin pasajeros ni otra actividad (carga u operaciones no comerciales que la dirección de la entidad omite en sus publicaciones) como Castellón, Ciudad Real, Lleida o Corvera no son de AENA. Son temeridades políticas de gobiernos autonómicos de todo signo, o de su ingenuidad con "pelotazos" empresariales que se beneficiaron de fondos públicos, a diferencia de los recursos propios con los que opera AENA.
Los responsables sindicales de los más de cincuenta centros de AENA manifiestan que, incluso con datos incompletos como los repartidos a los medios de comunicación, el resultado EBITDA de la entidad es positivo, a pesar de los casos locales negativos, en su mayoría por mala gestión e inversiones insensatas decididas por los políticos de turno. A modo de ejemplo, no tiene sentido que uno de esos aeropuertos tenga tres jefes para una plantilla total de nueve trabajadores (incluido uno de los más de 100 altos cargos de AENA).
UGT pide a todos los partidos políticos algo más de memoria y de seriedad. No vamos a jugar con los 13.000 puestos de trabajo directos de AENA que facilitan varios centenares de miles de puestos de trabajo indirectos en sus instalaciones. No es cosa de broma o de propaganda institucional. Sobre el plazo de 18 meses para vender la red, se recuerda al PP que ningún presidente bajo sus gobiernos ha durado mucho más (en el período 96-2004 nombraron 5), y que hace un año su partido votaba a favor del disparatado modelo aeroportuario del PSOE del que ahora se desmarcan con otra ocurrencia aeroportuaria. Además del PP y PSOE, todos los partidos políticos celebraron la desconvocatoria de huelga en AENA de 2011 por la firma de un acuerdo que garantiza las plantillas. Si ahora se incumple, convendrá recordar el coste que, esta vez sí para todo el país y la ciudadanía, tendrán los paros absolutos que serán inevitables durante todo el año, incluyendo la campaña veraniega.
Quizás el actual presidente Vargas debería darse algo más de tiempo para conocer la actividad que dirige ( apenas lleva cuatro meses en el cargo) y comprender que los aeropuertos y la navegación no son sólo una de las pocas empresas públicas con balance positivo, sino una infraestructura estratégica de interés general que se autofinancia y es uno de los mayores inversores del país.
UGT hace un último llamamiento a la sensatez antes de acudir al conflicto social al que nos abocan las actitudes infantiles de una dirección sin rumbo. Un conflicto cuyo coste será muy superior al presunto ahorro que AENA publicita en los medios. Hay que corregir la pésima gestión, relevando a sus responsables. Hay que afrontar austeridad y sacrificios para acordar planes de negocio realistas, y para eso cuentan con nuestra oferta de diálogo. Todo ello puede hacerse sin incumplir los compromisos firmados hace un año ( con la misma situación económica actual), ni prescindir de ningún trabajador, cerrar ningún centro, o restringir a la ciudadanía la amplia disponibilidad horaria de sus aeropuertos. Hacerlo con sensatez corresponde a Fomento, para no convertir un servicio público rentable en una fuente de conflicto y gastos para todo el país, que afecte a todos los sectores industriales, turísticos, de servicios, hostelería, y transporte aéreo.
