Según Sepla, la Nueva Ley de Seguridad Operacional tendrá un efecto negativo en la seguridad. La Nueva Ley de Seguridad Operacional dejará desprotegidos a los pilotos que realicen actuaciones preventivas frente a amenazas para la seguridad durante su ejercicio profesional.
El Congreso desestimó la enmienda que establecía que los profesionales del sector aéreo que adoptaran algún tipo de medida preventiva frente a alguna amenaza real o potencial sobre la seguridad operacional no sufrirían "efectos adversos en su puesto de trabajo por parte del empleador, salvo en los supuestos en que se acredite mala fe en su actuación"
Un alto porcentaje de los pilotos de helicóptero españoles ha sufrido un incidente grave a lo largo de su vida profesional, un índice intolerable, que no se corresponde ni con los avances técnicos ni con la siniestralidad de la actividad de Trabajos Aéreos en otros países. El último accidente, registrado el pasado día 24 de febrero en la Isla de la Palma, en Canarias, que deja dos heridos muy graves, confirma la falta sistemática de medidas de control de las autoridades aeronáuticas, denunciada por Sepla, y que se extiende a la nueva Ley de Seguridad Operacional, que superó recientemente los trámites parlamentarios sin atender las demandas de los pilotos.
Cinco muertos en 2010
En 2010 se produjeron un total de 7 accidentes de helicópteros en España con un total de cinco muertos -3 pilotos, 1 mecánico, 1 gruista- de los que la Comisión de
Investigación de Accidentes e Incidentes, CIAIAC, solo recoge 6 en su Web, ya que el séptimo ocurrió en Argelia, si bien a un aparato matricula española y de una empresa española y con 2 muertos. Según las primeras informaciones, el accidente de La Palma pudo estar provocado por el cable que sujetaba la carga, que se podría haber enredado el rotor trasero, provocando la caída del aparato.
El año pasado otro helicóptero, el ECGSK, sufrió un accidente en la isla de El Hierro. Al lado del helicóptero se hallaba rota una bolsa de rafia de gran tamaño, de las utilizadas para el transporte de material o escombro de obra. Esta bolsa era parte del material a transportar que estaba almacenado junto al punto de aterrizaje previsto. Cuando el helicóptero se hallaba en corta final una persona a bordo y perteneciente al equipo de apoyo, comunicó a la tripulación la existencia de un objeto blanco moviéndose en el aire y próximo al helicóptero. Instantes después se escuchó a bordo un ruido y el helicóptero inició una guiñada del morro hacia la derecha. El piloto cerró los mandos de gases de ambos motores e inició una autorrotación que finalizó en una toma rodada.
También el año pasado en Mallorca, a un helicóptero se le cayó una saca de material de construcción que transportaba a un olivar de la zona del Barranc de Biniaraix y fue a caer encima del tejado de una casa de Fornalutx , afortunadamente no mató a los que estaban en la casa.
En todos estos casos, Sepla ha denunciado reiteradamente irregularidades como la no incorporación de los Trabajos Aéreos al Programa Estatal de Seguridad falta de control en el mantenimiento de las aeronaves, escasez de los equipos humanos, falta de formación adecuada, helipuertos que no cumplen las normativas, falta de regulación de los tiempos de trabajo y descanso, etc.
Ley de Seguridad Aérea, una oportunidad perdida
Ley de Seguridad Operacional, que modifica la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea aprobada recientemente por el Congreso supone, en opinión de Sepla, un varapalo en dos aspectos fundamentales para la seguridad aérea, como son la protección de las conversaciones de la cabina con la torre de control y la garantía de independencia y autoridad del comandante en la toma de decisiones operacionales, cercenando la seguridad preventiva y proactiva que inspira el Sistema de Notificación de Sucesos.
La nueva redacción deja desprotegidos a los pilotos que realicen actuaciones preventivas frente a amenazas para la seguridad durante su ejercicio profesional. Este déficit, deja el campo abierto a potenciales represiones laborales, cuando sus decisiones pudieran afectar al interés comercial del empleador.
En el procedimiento legislativo se desestimó la enmienda del Senado que establecía que los profesionales del sector aéreo que adoptaran algún tipo de medida preventiva frente a alguna amenaza real o potencial sobre la seguridad operacional no sufrirían "efectos adversos en su puesto de trabajo por parte del empleador, público o privado, salvo en los supuestos en que se acredite mala fe en su actuación".
Al rechazar el Congreso esta enmienda, los pilotos quedan desprotegidos cuando adopten actuaciones preventivas de seguridad, en el cumplimiento de las obligaciones que su licencia profesional les exige, ya que los explotadores podrían sancionarles o incluso despedirles por ello. Una desprotección afecta igualmente a los usuarios del transporte aéreo, quienes confían su seguridad a la profesionalidad y criterio de las tripulaciones, que estarán sometidas a presiones ajenas a los principios de la seguridad aérea.
Por otra parte, en la nueva redacción se establece sólo tendrá carácter reservado la información que aporten los proveedores de servicio y productos aeronáuticos, es decir, las compañías aéreas, mientras que la información que reporten los pilotos y el resto de profesionales aeronáuticos queda al margen del carácter reservado y podrá ser utilizada contra los propios pilotos. Según Sepla, esta norma torpedea el Sistema Nacional de Sucesos (SNS) del Ministerio de Fomento, ya que los reportes de carácter voluntario que hasta ahora realizaban los pilotos sobre cualquier incidencia o problema detectado durante su ejercicio profesional, reportes utilizados para el análisis y la prevención en materia de seguridad, descenderán significativamente. Así, la desprotección de los pilotos hará que el SNS deje de recibir información clave para realizar su función preventiva adecuadamente, y serán los ciudadanos quienes acabarán sufriendo las consecuencias.
Gabinete de Prensa SEPLA
