Editorial.- No es coña, en una columna de opinión del periódico generalista El País titulada «Recuerdos del bombardeo» compara el desfile del 12-O con un «bombardeo nazi», según publica nuestro medio colaborador DefensayAviación.
El columnista del País, nacido en 1980, escribe en su columna, “No me gustó que los aviones militares sobrevolaran la ciudad, porque me vinieron a la cabeza el bombardeo nazi, fascista y franquista que tuvo lugar en esta urbe durante la Guerra Civil”, y añade, “..el otro día un estruendo rompió el cielo, los vecinos levantaron la cabeza en la plaza Lavapiés, entrecerraron los ojos y vieron cruzar una formación de cazas de alta tecnología, un bombardero barrigón que parecía inviable para el vuelo…».
Lo que no sabe este «ilustrado periodista«, es que el Ejército del Aire no tiene bombarderos, tal y como señala acertadamente Defensa y Aviación, y el avión que a él le parecía inviable para el vuelo, muy probablemente era el moderno avión de transporte militar A400M, provisto de los últimos adelantos tecnológicos de la industria y que ha tenido entre otras misiones, trasladar a cientos de Afganos condenados a muerte segura. La hubieran encontrado si no llega a ser por la diligencia y profesionalidad de nuestros militares.
Señala el informe de la APM 2020 (Asociación de la Prensa de Madrid), que uno de los principales problemas de los periodistas en España es la la falta de independencia de los medios y la falta de rigor y de neutralidad, y el Barómetro de Confianza en las Instituciones 2021 del grupo de relaciones públicas Edelman, detalla que el 73% de los encuestados considera que los medios no son objetivos e imparciales en su trabajo. Leyendo artículos como este, no es de extrañar la opinión que tienen los españoles sobre el periodismo actual.
Aunque sea un artículo de opinión, algo de rigor se debería de exigir a alguien que se considera periodista y más en un medio como El País, que por mucha tendencia ideológica debería de cuidar los contenidos de un periódico que fué una referencia en este país.
Bien es cierto que quien quiera leer este artículo tiene que pagar, esta es la parte positiva del nuevo periodismo, uno paga por lo quiere leer como Netflix. Seguro que dentro de los hooligans ideológicos o de aquellos que ven estelas republicanas que salen de la Patrulla Aguila sobre los cielos de Madrid sean unos buenos clientes cautivos.
Ya que le gusta tanto la historia y las comparaciones, le recordamos a este periodista que hace tiempo hubo un individuo que ejercía su misma profesión, y además fué director del periódico Lucha de clases y del diario Avanti del Partido Socialista Italiano, plataformas que utilizaba para escribir sus soflamas revolucionarias y alimentar el odio. Si consigue averiguar de quien hablamos, ya sabe como acabo la historia.
Esta comparativa convendrán ustedes que es otra imbecilidad. Simplemente es para demostrarle que es muy fácil escribir tonterías, si te dejan hacerlo, olvidando los principios básicos del buen periodismo.
Hay plumas que tienen mucho peligro, la suya gracias a Dios no tiene tanta maldad, aunque la ignorancia tiene sus peligros.
Decía un reputado periodista argentino, Pablo Sirvén: «el fascismo goza de muy mala prensa, pero hasta algunos que se creen sus detractores no se cansan de practicarlo«. Pues eso, cuidado con la pluma que las puede cargar el diablo.
Leí el artículo en cuestión y hay que ser muy idiota para escribir lo escrito.