Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – El Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam lleva tiempo siendo el objeto de todas las miradas del sector aeroportuario europeo. Sobre todo en las épocas de más actividad, la congestión y el caos en este aeropuerto no son algo poco habitual, sino todo lo contrario. Mientras siguen luchando contra el problema que crea colas de largas horas en los controles y puertas de embarque, el CEO de Schiphol se ha propuesto llevar a cabo medidas concretas frente a otras cuestiones que parecen no agradar a todo el sector.
Cierre nocturno de Schiphol
Según el medio holandés Het Parool, el director ejecutivo interino del aeropuerto de Schiphol, Ruud Soondag, confirmó el cierre nocturno del aeropuerto como medida para mitigar la contaminación acústica. «Cerraremos Schiphol entre las 12 y las 6 de la mañana para los aviones que salgan, y podrán aterrizar a partir de las 5 de la mañana. Elevaremos las normas para los aviones ruidosos y suprimiremos por completo los jets de negocios«, asegura.
«Esa combinación conduce, según nuestros cálculos, a un descenso del 16% en el número de residentes locales gravemente afectados, que ahora son 114.000 durante el día, es decir, 17.500 personas. Y la prohibición nocturna lleva a una reducción del 54% de personas gravemente afectadas por el sueño, 13.000 de 24.000″, según declaraciones del CEO recogidas por el citado medio.
Harán una excepción por razones de seguridad, donde sí que podrían aterrizar aviones en caso de extrema urgencia. En el resto de situaciones, «no quieren excepciones, ni siquiera para los vuelos que se retrasen por la noche o lleguen más temprano por la mañana. Esos tendrán que esperar».
El aeropuerto de Schiphol ya está limitado a 500.000 vuelos anuales
La capacidad anual del aeropuerto se vería reducida así en un 12%, reduciendo su conectividad a 460.000 vuelos para noviembre de este año y llegando a 440.000 vuelos en 2024.
Otras medidas
Para los gerentes del aeropuerto, las preocupaciones de los vecinos sobre los altos niveles de ruido son una prioridad ya que «las molestias de los vuelos nocturnos están a la orden del día desde 2008». Esa urgencia es la que ha hecho que la medida se implante «a finales de 2025, como tarde» pero Soondag quiere que entre en vigor «un año antes».
Pero no solo eso: también quieren prohibir el paso de «aviones ruidosos». Comenta que están en proceso de hablarlo con las aerolíneas, pero que el plazo se fija también para finales de 2025. Afectará «a los aviones que por defecto puntúen más alto en las quejas de los residentes locales».
Las mismas normas se aplicarán al sector de carga, pero Soondag asegura que se le dará «especial atención» para que no se vea perjudicado. Se pretende que el 2,5% de los vuelos del aeropuerto sean asignados a actividades de carga.
«Por pasajero, un avión de negocios de este tipo provoca 2,5 veces más ruido que un vuelo regular, un 20% más de emisiones». Por eso, otra de las medidas a tomar será «deshacerse de los 17.000 vuelos de negocios al año a partir de finales de 2025″, de los que se estima que un gran porcentaje no son por trabajo, sino vacacionales.
Opiniones
La situación en Schiphol «está siendo observada muy de cerca por muchos países y mucha gente de todo el mundo, porque parece muy extraño que se restrinja la aviación hasta el punto de perjudicar al sector, que es un gran proveedor de PIB», dijo Conrad Clifford, Director General Adjunto de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
IATA y varias aerolíneas ya presentaron un recurso contra la repentina decisión del gobierno holandés de reducir la capacidad del aeropuerto de Schiphol. Según su comunicado, «esta decisión política del gobierno holandés contraviene el Reglamento 598/2014 de la UE sobre restricciones operativas relacionadas con el ruido en los aeropuertos de la UE. También hace caso omiso del Convenio de Chicago, un acuerdo internacional vinculante del que los Países Bajos son signatarios».
Según Bloomberg, Air France-KLM afirma que la restricción no concuerda con el deseo de conservar un centro neurálgico fuerte para la economía local y perjudica a una empresa nacional estable y previsible. La reducción propuesta por el Gobierno se basa en «cálculos incorrectos y datos obsoletos», según declararon los abogados de KLM al juez durante la primera vista judicial, celebrada en marzo. Afirmaron que el Ministerio de Transportes está utilizando la ley como un «hacha roma» para imponer la restricción de capacidad sin considerar detenidamente lo que está en juego.
