Aviación Digital, Sp. – La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Airlines for America (A4A), la Asociación Europea de Aviación de Negocios (EBAA) y la Asociación Europea de Líneas Aéreas Regionales (ERA) han advertido que la propuesta de reducir el número de vuelos en el aeropuerto de Schiphol no debe llevarse a cabo bajo la dirección de un gobierno provisional.
Este asunto sigue en los tribunales y el proceso propuesto cuenta con la firme oposición del sector aéreo; por tanto, en modo alguno puede considerarse «incontrovertido». Dentro de unos meses, este Gobierno no será responsable de las graves consecuencias que puede acarrear la decisión de Schiphol, sobre todo en lo que respecta a las relaciones con los socios comerciales de los Países Bajos y a la pérdida de puestos de trabajo y prosperidad en el país.
Una medida tan controvertida y trascendental requiere un control democrático y una responsabilidad política adecuados. El deseo del Gobierno de reducir el número de vuelos anuales de Schiphol a 460.000 mediante un «Reglamento Experimental» fue bloqueado inicialmente por el tribunal neerlandés, que lo consideró contrario a las obligaciones neerlandesas en virtud de la legislación de la UE y los acuerdos bilaterales de servicios aéreos relacionados con el Enfoque Equilibrado del Ruido.
El enfoque equilibrado es un proceso acordado internacionalmente desde hace tiempo para gestionar el ruido en las comunidades aeroportuarias que tiene peso de ley en las jurisdicciones nacionales, incluida la UE y muchos de sus socios comerciales. Uno de los principios fundamentales del enfoque equilibrado es que las restricciones operativas y la reducción de vuelos son el último recurso, que sólo debe considerarse cuando se hayan tomado otras medidas para alcanzar los objetivos de mitigación del ruido. El enfoque equilibrado se utiliza específicamente para garantizar que se respetan las necesidades de la comunidad local, se protegen los beneficios más amplios de la conectividad aérea para la nación y se respetan las medidas a escala internacional.
El Gobierno recurrió con éxito y anuló la decisión inicial, al decidir el Tribunal de Apelación que el enfoque equilibrado no es aplicable al Reglamento experimental. La comunidad aérea internacional, representada por la IATA, otras asociaciones de compañías aéreas y transportistas individuales, está profundamente preocupada por las implicaciones de esta decisión tan controvertida. La coalición de aerolíneas y asociaciones ha iniciado un procedimiento de casación ante el Tribunal Supremo para impugnarla.
Un recorte de vuelos de esta magnitud en Schiphol supondrá una reducción de las franjas horarias que afectará negativamente a los servicios de pasajeros y mercancías. No existe ningún mecanismo, ni nacional ni internacional, para acordar tales recortes. La precipitación de este proceso podría dar lugar a represalias internacionales y a nuevos desafíos legales, incluso por parte de gobiernos que defienden sus derechos en virtud de acuerdos internacionales y tratados bilaterales.
En estas circunstancias, cualquier intento del ministro Harbers y de un gobierno fallido en funciones de aprobar precipitadamente los recortes de vuelos en Schiphol sería irresponsable a varios niveles:
- Demostraría un desprecio por el necesario escrutinio democrático y legal que requiere una propuesta tan irregular y económicamente perjudicial.
- Pondría a los Países Bajos directamente en conflicto con sus socios comerciales que defienden sus derechos en virtud de acuerdos internacionales y tratados bilaterales.
- Provocará que la UE defienda sus propias leyes, que exigen una aplicación rigurosa del Enfoque Equilibrado.
- Causará un daño significativo a la economía y al empleo.
«Las compañías aéreas están plenamente comprometidas con la resolución de los problemas de ruido en los aeropuertos en el marco de un proceso adecuado de Enfoque Equilibrado. Es esencial que se posponga cualquier decisión hasta que haya un gobierno plenamente operativo y responsable con un nuevo mandato. Esta propuesta compleja y sin precedentes podrá entonces examinarse detenidamente, una vez resueltas las cuestiones jurídicas y conocidos y de dominio público todos los hechos e implicaciones, y con tiempo suficiente para que el sector del transporte aéreo se adapte en caso necesario, cuando se conozca la decisión final», declaró Willie Walsh, Director General de la IATA.
