Aer Lingus tiene desde hace cuatro años al enemigo en casa. Ryanair, la mayor aerolínea europea de bajo coste, controla el 30% de su capital, una presencia que lastra las relaciones comerciales de Aer Lingus y frena su participación en el proceso de consolidación de la industria aérea, según confiesa el consejero delegado, Christoph Mueller. (EXPANSION.com)
"Hay pequeñas aerolíneas en Europa que quieren hablar con nosotros para cooperar en algunas rutas, pero están muy asustadas por la presencia de Ryanair", subraya el ejecutivo alemán, fichado en 2009 para enderezar el rumbo de la empresa, tras una dilatada trayectoria en el mundo de la aviación.
"La otra gran pega es que, con Ryanair en el accionariado, somos un objetivo poco atractivo para operaciones corporativas. Ryanair es casi como un veneno", explica gráficamente Mueller, que, no obstante, descarta que Aer Lingus esté buscando actualmente una alianza. "Nuestro balance y posición de caja es fuerte. No necesitamos ayuda. Podemos seguir siendo independientes durante muchos años. Quizás, en el futuro, seamos un actor atractivo en el proceso de fusiones", apunta. El otro gran accionista de la empresa es el Estado irlandés, con el 25%.
Además, Ryanair es el principal rival de Aer Lingus (compiten en el 85% de las rutas europeas). "Tenemos que ser muy cuidadosos para ofrecer las tarifas más bajas, lo que significa reducir los costes al máximo y, así, batir a Ryanair", señala Mueller.
El ejecutivo cree que Ryanair es vencible y explica que los precios de Aer Lingus son sólo entre 10 y 20 euros más caros que los de su competidor, una diferencia que el viajero puede asumir a cambio de más servicios, como la elección de asientos o la tarjetas de puntos. "Hay muchas cosas que nos hacen ser diferentes y que los clientes aprecian, aunque no puedas ofrecer todo los servicios de aerolíneas como British Airways, porque es muy caro. Con esta estrategia, pudimos aumentar nuestra cuota de mercado en la ruta entre Irlanda y Londres, la más importante, desde el 39% de 2009 al 45% de 2010; y esto se logró, a costa de Ryanair, que pasó del 50% al 45%", subraya Mueller, que aterrizó en Aer Lingus después de trabajar en Lufthansa, Sabena y DHL.
Competencia
La Oficina de la Competencia de Reino Unido (Office of Fair Trading) está estudiando si Ryanair tiene que salir de Aer Lingus por afectar su presencia a la competitividad del mercado. Ryanair, por ley, no puede sentarse en el consejo de Aer Lingus.
Cuando llegó a la compañía, en plena crisis del mercado aéreo, con su cuenta de resultados en rojo y desorientada por la presencia de Ryanair, Mueller aplicó una terapia de choque consistente en reducir al máximo los costes, recortar la oferta (redujo el personal un 10%) y mejorar la productividad. El resultado es que Aer Lingus ganó antes de impuestos 30,4 millones en 2010, frente a las pérdidas de 154,8 millones de 2009. "Cambiamos la estrategia y comenzamos a copiar a Ryanair como modelo de negocio. Antes, el plan era muy simple, ser segundos tras ellos; y no funcionaba", señala Mueller. La compañía transportó a 9,34 millones de pasajeros el año pasado. El ejecutivo se enfrenta a un mercado aéreo irlandés muy débil (en dos años, ha retrocedido un 30%) y que se está recuperando muy lentamente. "Queremos repetir los resultados de 2010, pero todo dependerá de los precios del crudo. Si se mantiene en los actuales niveles, va a ser difícil", señala el máximo ejecutivo de Aer Lingus.
Mueller también ha multiplicado los acuerdos comerciales para conectar Irlanda con el mundo: "Solos no podemos". Tiene pactos para ofrecer conexiones con British Airways, Air France y United Airlines. "Estamos estudiando si nos conviene entrar en alguna de las tres alianzas (Oneworld, SkyTeam y Star Alliance), pero es caro, aún no sabemos".
