Washington, USA.- La aerolínea Delta es una de las que podría resultar más afectadas por los aranceles anunciados por Trump a los productos de la UE. Su pedido de 266 aviones exponen a la compañía que califica de «impuesto injusto para los consumidores y empresas norteamericanas».
La portavoz de Delta, Lisa Hanna hizo un llamamiento a la Administración Trump para que sae respeten los derechos contractuales existentes. Hanna mostraba además su conformidad por la decisión de la Administración norteamericana de exención de aranceles para la producción y entregas desde la planta de Airbus en Mobile (Alabama).
Mientras las aerolíneas norteamericanas intentan digerir el 10% de gravámenes para los Airbus fabricados en Europa, los mercados están en una situación de gran inestabilidad debido al parón de las entregas de los B737MAX por los graves problemas de seguridad en su diseño, sin fecha de autorizaciones para volar determinada aún.
JetBlue es otra de las afectadas, pese a que como pudimos comprobar en Mobile hace años ya, es desde la planta de Alabama del fabricante europeo, desde donde se suministrarán sus pedidos, pero desde la aerolínea también muestran preocupación por el impacto de estas medidas. Lo que no está aún claro es el impacto que tendrá para Boeing, la posible resolución, aún no fallada, de la OMC respecto a las ayudas de EEUU al fabricante norteamericano, ni su cuantificación exacta, otro elemento de esta ecuación cada vez más complicada para un mercado desestabilizado en estos momentos por la falta de entregas del avión más «exitoso» de la historia. Todo esto si los indicios respecto al 737 MAX y un problema estructural no se generaliza, agravando aún más la situación.
Tanto Delta como JetBlue estarían presionando para que en cualquier caso la aplicación de aranceles sólo afecte a pedidos nuevos, y no a los ya firmados.
