Sevilla, SP, 11 de mayo de 2015.– Han pasado casi 48 horas desde el accidente del avión A400M de pruebas, es decir un avión privado del fabricante, Airbus Space&Defense, NO MILITAR AUN, y todavía la Comisión de Investigación de Incidentes y Accidentes de Aviación Civil española, CIAIAC, ni tan siquiera ha insertado el apunte del trágico suceso 48 horas después de producirse. Tanto Morenés, Ministro de Defensa, como el propio Presidente del Gobierno de España, de apellido Rajoy, pedían «transparencia» en la investigación. Pero mientras tanto ya han trascendido, o al menos se han difundido en distintos medios, entrecomilladas, las últimas comunicaciones entre la tripulación del EC403, y la TWR del CTR de Sevilla, gestionado por el proveedor privado FerroNats, y bajo cuyo control de torre se encontraba la aeronave en el momento del accidente, en el que perecieron 4 personas y 2 resultaron heridas graves. La CIAIAC española no tiene departamento de comunicación tampoco. Insana envidia de la información oficial que la BEA francesa (se acuerdan de Germanwings recientemente?), la NTSB norteamericana, etc… brindan a los contribuyentes cuando acontece un accidente aéreo. Esa es la transparencia que aporta confianza en el Sistema de Investigación de los accidentes. De nuevo las comunicaciones TWR-cockpit, han sido filtradas por alguien, y de nuevo la protección a la que éstas están sujetas ha sido violada en España. Todavía no hemos escuchado a nadie quejándose de semejante barbaridad desde el punto de vista humano, y técnico para la investigación en curso.
Desde el primer momento el caos de la comunicación de la crisis ha sido un bochornoso espectáculo en varios aspectos que redundantemente no se cuidan oficialmente cuando se produce una situación como ésta. No sabemos si en los primeros momentos, al menos EFE lo transcribía así, si eran «8 o 10» los tripulantes de la aeronave en el momento del accidente. En ese twitter desde Canarias, se le atribuía la imperdonable imprecisión al propio Presidente del Gobierno.
Incluso algún tweet hablaba de que la aeronave había caído sobre la fábrica de Coca Cola próxima, en lugar del hecho factual del aterrizaje en el campo dónde lo hizo. Llegaban a nuestra redacción, como siempre que sucede un trágico suceso como este, toda una serie de teorías especulativas sobre causas del siniestro. Hoy mismo ya veíamos como en algunos medios se hacía un enfoque sobre las condciones laborales y organizativas dentro del propio fabricante del avión. La trascendencia económico-industrial y de empleo para la zona en la que se ubica el FAL de Airbus S&D, y el realmente heróico rescate de dos de los tripulantes por ciudadanos que se encontraban en la zona. O la impecable y rápida actuación de los bomberos aeroportuarios y de Sevilla, y los servicios sanitarios de emergencia que se activaron.
Pero en medio de todo esto otro motivo de inseguridad en la dirección de la investigación al mezclar la investigación civil de la CIAIAC y la coordinación con la CITAAM o el organismo del Ministerio de Defensa corrspondiente. No se sabe con precisión si es la CIAIAC la que lo está investigando y que tipo de relación mantiene con las autoridades militares en estos momentos. No se sabe puesto que oficialmente la CIAIAC, que teoricamente debe ser independiente, no ha notificado independiente y oficialmente mediante un escueto pero necesario comunicado en su propia web por ejemplo, lo acontecido el pasado sábado.
A todo esto la CVR y FDR TODAVÍA NO HABÍAN SIDO RECUPERADAS CUANDO YA HABÍA TRASCENDIDO LA ULTIMA COMUNICACION DE LA TWR con la aeronave a los medios de comunicación. ¿Quién ha filtrado? me pregunto.
En este estado de cosas el campo para las especulaciones no tiene límite. Y el campo para la desconfianza para una investigación transparente, técnica y constructiva para la evitación de futuros accidentes, ya hace muchos años que dejó de tenerlo. Como para creer en las palabras de hoy mismo de S.Santamaría diceiendo que «garantiza» una investigación rigurosa y exhaustiva» sobre el avión. Esta Sra. que es vicepresidenta debería informarse rigurosa e exhaustivamente antes de garantizar semejante cosa, no vaya a ser que salga trasquilada. Como está ya saliendo la titular de Fomento con el desaguisado generalizado en los temas aeronáuticos en su Ministerio.
