Nuestra Comunidad Canaria se ve especialmente damnificada por una gestión centralista que nos discrimina de forma injusta y abusiva, con una prepotencia, no siempre bien respondida por nuestros políticos locales.
El despilfarro sistemático del ente llamado AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), cuya carta fundacional (1990) lo define como un monopolio puro y duro, incompatible por lo tanto con un Estado de Derecho, es consecuencia de la impunidad propia de su condición.
¿Qué tienen los gallegos y de qué carecemos nosotros?. ¿Es tan sólo la Geografía el motivo de nuestra discriminación? ¿Acaso no merecemos los Canarios un trato digno como Españoles de la misma categoría? ¿Será que nuestros políticos locales no saben, no estudian y, además, no hacen los deberes?
Sea por lo que fuere, hoy, en el aeropuerto de Santiago de Compostela, con cuarenta grúas al cielo y trabajando a machamartillo día y noche, se está construyendo otra faraónica estructura tipo T-4 como nueva terminal de su ostentoso aeropuerto. Al parecer, debe estar completada para la prevista visita de Su Santidad al Apóstol en fechas próximas. A pocos kilómetros, La Coruña con sus instalaciones recién remozadas y pendientes de mejoras inmediatas. Un poco más allá, Vigo, en cuyo aeropuerto se ha construido un fastuoso aparcamiento de varios pisos con la innecesaria capacidad para albergar varios cientos de vehículos.
Y aquí, se nos ignora con un cierto tufillo despectivo. Es el agravio paralelo de Villa PSOE, en la Isla de Arousa, incumpliendo impunemente la Ley de Costas, y la despótica demolición de Cho Vito. Todo un símbolo.
La actual deuda reconocida de AENA, generada en los dos últimos años, alcanza la escandalosa cantidad de 13.000.000.000 EUR. Es producto y consecuencia de una gestión endogámica, propia de un lobby que se autocontrola y controla su teórica dependencia del Ministerio de Fomento. Así lo indican fastuosas obras como la T-4 de Madrid y T-1 de Barcelona, Los lujosos aeropuertos provinciales construidos por caprichos personales sin la más remota previsión de éxito, Las suntuosas celebraciones como la inauguración de la nueva terminal de Málaga (Fueron 600.000 EUR en canapés y barra libre).
La construcción, finalizada hace dos años, de una nueva torre de control en Los Rodeos para sustituir la antigua, no se ha podido inaugurar por inservible. Defectos de construcción y de diseño la hacen inoperativa e irrecuperable y, por lo tanto, habrá que derruirla. Caso similar en Fuerteventura. Y la terminal del Reina Sofía pidiendo a gritos una remodelación urgente.
Fuerteventura y Los Rodeos siguen operando con la torre antigua. Y Lanzarote, que también tiene la suya en ruinas.
¿Alguien paga por tan gravosos errores? ¿Quizá no sean tan "sin querer" como se pretende simular? Estas son las consecuencias lógicas de la mediocridad protegida por un Ente en el que maneja el dinero público, a niveles de macroeconomía, impunemente y con la ligereza de quien juega a la ruleta con el dinero que no es suyo.
Como contraste a tanta dejación de responsabilidades económicas en nuestra discriminada Tierra Canaria, se exhiben despilfarros como los reseñados en Galicia. Si para reducir la citada deuda salvaje, se nos cuenta que hay que ahorrar aquí el sueldo de cuatro controladores, en detrimento de la Seguridad, con la implantación forzosa del AFIS en nuestros aeropuertos, no sólo es una falta de respeto a nuestra dignidad de Canarios, sino que se trata de un desprecio flagrante para los intereses de nuestra economía, y suficiente motivo para que los políticos locales estudien en profundidad todo lo que está pasando y obren en consecuencia, aunando esfuerzos en la defensa de los intereses verdaderos de esta ciudadanía que no se conforma con la resignación habitual que tanto se prodiga desde nuestras instituciones hacia un centralismo avasallador que lo promete todo a sabiendas de que no va a cumplir nada.
Santa Cruz de Tenerife a 21 de septiembre de 2010
Carlos Castañosa
