Hoy hace cuatro años de aquel fatídico día…aunque sólo porque lo dice el calendario.
El tiempo no ha pasado por nuestro dolor, por nuestros recuerdos, por nuestra lucha, por nuestra esperanza. Todo sigue vivo aquí dentro. Como el primer día.
Recuerdo el sudor frío que recorrió mi cuerpo tras escuchar la noticia en el telediario. Recuerdo la angustia que sentí mientras trataba de contactar con alguien que me dijera lo que no quería oír. Quería saber y no saber. Quería gritar y a la vez no volver a hablar. No podía ser él. No.
Recuerdo el vacío que lo llenó todo, el silencio que me ensordeció, el calor que heló mis pensamientos, y mi alma… Lo recuerdo como si fuera ayer.
Sólo encontraré sentido a todo esto cuando se haga justicia. Que quienes pudieron evitarlo, no olviden jamás la delgada línea que existe entre la vida y la muerte, entre la negligencia y la tragedia, entre la dejadez y la fatalidad.
Las trabas y las mentiras recibidas, lejos de lograr desanimarnos, han avivado nuestras ganas de luchar, y el recuerdo de los ocupantes del Sikorsky S-61 que fallecieron en el accidente del 8 de Julio del 2006, nos recuerda, cada día, la importancia de saber qué sucedió.
Es lo único que nos queda. Se lo debemos. Se lo debo. Gracias a los que, cuatro años después, seguís creyendo y apoyando esta causa como el primer día. Ello corrobora, que para algunos, el tiempo solo corre porque pasan las hojas del calendario.
Lorena López Viuda de Antonio Ruiz Lacasa.
