Madrid, SP.- Ayer indudablemente celebramos un día tan especial como mágico con la IX Edición de los Premios de Periodismo sobre Aviación en español. La magia comenzó con la comunicación a Zapater, el galardonado este año, de que este año había sido votado por nuestros lectores por su trabajo «La conquista del aire en Aragón«. El periodista se vio sorprendido por la noticia, inesperada totalmente, de que pronto viajará a Washington, con una visita al Smithsonian Air&Space Museum como premio por su trabajo.
El reportaje sobre los inicios de la aviación, los primeros vuelos en Aragón, está lleno de bellos matices periodísticos, hasta tal punto en que por momentos parece que el tiempo se para, y asistimos como lectores a su crónica, hace más de 100 años, concretamente a 1910. En ese momento aún no había ningún piloto español con licencia, algo que sucedería en el Verano de ese mismo año 1910, y que llevaría el nombre de Benito Loygorri Pimentel, familiar de quien suscribe, 1ª licencia de piloto en España.
Zapater reconocía que no es un periodista especializado en aviación, y que le costó lo suyo escribir este reportaje premiado. Sin duda, por el resultado, la excelente documentación obtenida tras un trabajo casi policíaco de recomposición de los hechos sucedidos hace más de 100 años, tuvo su fruto. Esto prueba que es posible conseguir irse especializando en este sector, incluso en su vertiente histórica, aplicando la profesionalidad y las artes periodísticas, pero sobre todo, el tesón y el esfuerzo. Zapater recogió con gran modestia un reconocimiento que a buen seguro no recogió por su ego, sino porque con toda seguridad supone un reconocimiento profesional a un concienzudo trabajador de las letras periodísticas desde hace años. Además este reconocimiento también es extensible a un medio regional en el que trabaja a día de hoy, con gran prestigio en nuestro país, El Heraldo.
También se premiaba a la exposición del MUSEO ABC, «Pasión por Volar» que recogía la directora Inmaculada Corcho, una recopilación gráfica de la historia de la aviación en España que contaba con dibujos y grabados recopilados con muy buen gusto de la propia colección del Museo, archivos de Iberia y fotos de los archivos también de ABC y AENA. El Jurado que preside Juan de la Cierva Hoces, decidió unánimemente otorgar una Mención de Honor por la divulgación de la cultura aeronáutica en España a este evento. Sus cuatro capítulos: «La vida en el aire», donde se ponían nombres y apellidos a los pioneros; «Más alto más rápido, más lejos… más cómodos» que nos metía de lleno en la época glamurosa de la aviación de los primeros vuelos comerciales; «El lujo de volar» que nos remontaba a la aviación comercial de mediados del pasado siglo; y finalmente «El boom aéreo» que nos ponía de lleno en la actual aviación comercial y la universalización del viaje en avión. Muy interesante el recorrido cronológico, en el que a los inicios se les pone nombre y apellido como reconocimiento…
Una mención especial se hizo al periodista Pablo Otero, del programa «Aquí no hay playa» de la emisora pública madrileña ONDA MADRID, por el exhaustivo y profesional seguimiento que ha realizado de la Vuelta al Mundo por los Polos de Michel Gordillo. Un justo reconocimiento verbal a la impecable trayectoria del periodista de radio. Por cierto, especialmente valorando el que transmitir en soporte radio algo como la aviación, resulta especialmente dificultoso.
Finalmente la entrega de la Mención al Aviador español Miguel Angel Gordillo, de manos de Pilar Vera presidenta de la ACVFFI y AVJK5022. Hemos escrito mucho sobre la hazaña de nuestro Aviador con lo que queda explicado sobradamente este reconocimiento. M.A.Gordillo recogió humilde pero exultantemente el galardón.
Entre los asistentes se encontraba, eso descubrimos hablando con un pariente nada menos que de Mariano Barberán, que asistió al acto participando en él. Una nueva sorpresa histórica la que nos llevamos en unos premios de evidente perfil histórico también.
Pero la magia, la sorpresa, la emoción, llegó cuando en el día de hoy nos enteramos que uno de los galardonados, cuyo nombre llevaban los premios «Michel Gordillo» había sido abuelo. Quedará en los anales la feliz noticia, el mismo día que felizmente, la sociedad civil, o al menos una parte de ella representada por AD, rendía al feliz «ABUELO» un homenaje tan merecido, como modesto, pero sin duda alguna hecho con todo el corazón por el Equipo de Aviación Digital. Imagínense lo que es nacer en el día en el que al abuelo de una nueva vida, abuelo joven de espíritu libre, pero ABUELO al fin y al cabo, le era reconocida públicamente la proeza de haber sido el primer Aviador de la historia en realizar un vuelo alrededor del mundo por los Polos en un -1500MTOW, ser el primer piloto en la historia en sobrevolar durante 21 horas la Antártida en un monomotor, o ser el primero en aterrizar un avión matrícula española, el EC-XLL, en el Continente Antártico.
Quizás esta nueva vida que ayer 21 de diciembre de 2016 veía la luz en Madrid, tenga la inmensa fortuna de poder escuchar en primera persona el maravilloso (casi de cuento) relato de un humilde Aviador español que cruzó el continente helado, lleno de detalles y anécdotas, como cuando descubrió a Papa Noel en el Polo Norte, y cómo pocos días después de regresar de esa gran aventura, podía sostener en los brazos su primer nieto, tras haber recorrido la Tierra entera a la altura en la que se disfruta de ella.
Sería maravilloso que esa nueva vida se mostrara tan orgullosa de tener un «Grandfather» y además «Polerounder», como el que tiene, como nosotros pudimos estarlo ayer al poder homenajear a uno de los más grandes aviadores de todos los tiempos. La vida nos sorprende gratamente en bastantes más ocasiones de las que creemos…, el sueño de Gordillo se hizo realidad, y esta nueva vida que ayer nacía, quizás, gracias a su abuelo pueda decir algún día que nuestro mundo es un lugar más limpio en el que vivir gracias a los estudios que se están llevando a cabo dentro de la Misión Sky Polaris, gracias a una caja de extraño nombre, aethalómetro, que el año que nació recogía muestras de carbón negro en las zonas remotas de la Tierra.
