El pasado día 23 de julio, Aena depositó en los buzones de los controladores aéreos un "Comunicado de Seguridad física" cuyo contenido, lejos de hablar de la seguridad física, trata de parapetarse en ese argumento y en supuestos actos vandálicos y sabotajes protagonizados por los propios controladores -que no han podido verificarse- para concluir que "se va a incrementar la seguridad en las instalaciones exteriores e interiores, incluyendo las salas de operaciones de los centros de control y los fanales de las torres Norte de Madrid y Este de Barcelona".
Como ya viene siendo costumbre (mala) en Aena y Fomento, las decisiones (malas) que se toman suelen venir precedidas de datos manipulados y del relato de hechos que, en realidad, sólo han tenido lugar en la mente calenturienta de algún estratega iluminado y caro convencido de que el engaño y la mentira es el mejor modo de justificar a veces lo injustificable para así introducir cambios que, de otro modo, parecen difíciles de abordar.
Si es cierto que se han producido esos reprovables actos, lo suyo es investigar a las personas que trabajan en esa dependencia, identificar al culpable, hacerle pagar el coste de lo deteriorado y denunciar en el juzgado sus actos, amén de la oportuna incoación del correspondiente expediente disciplinario para, en su caso, proceder a su despido si así se considera con la ley en la mano. Los controladores no somos vándalos ni saboteadores y no queremos entre nuestras filas a personas de mal "talante".
Lo que llama la atención es la contradicción en la que incurre Aena al asegurar, por un lado, que la seguridad de los pasajeros es lo más importante y que está "garantizada" y, por otro, que "El cumplimiento con la normativa y la legislación en materia de seguridad física es una de las máximas prioridades de la Dirección de navegación Aérea". ¿Qué tiene que ver eso con los supuestos actos vandálicos sobre los equipos de control? Salvo que el Director de Calidad, Seguridad y certificación" considere a esos equipos como personas lo que rayaría en la estupidez.
Por otro lado, no se entiende que ese "incremento de la seguridad en las instalaciones…" vaya a realizarse únicamente en los centros de control y sólo en los fanales de las torres de control Norte de Madrid y Este de Barcelona" ¿Qué pasa con el resto de las torres de control? ¿Es que el resto de controladores no tienen derecho a que Aena también vele por su seguridad?
De modo, que dentro de poco asistiremos a la instalación de cámaras de vigilancia en el interior de nuestras salas de control y fanales cuyo objetivo será vigilar que las pantallas de radar, las consolas o los portafichas no agreden a los controladores. Como ya sabemos lo que a Aena le preocupamos sus trabajadores acogeremos con alegría esa instalación en lugares ya de por sí seguros dado el ingente número de controles de seguridad que hay que atravesar para llegar a ellos. Eso sin hablar del ingene gasto que va a suponer.
Y yo me pregunto: ¿No será que quieren espiarnos para utilizar las imágenes en nuestra contra la próxima vez que tengan planeado publicar un nuevo decreto? !Vaya tela!
