Barcelona, SP, 20 de abril de 2015.- AD ha tenido acceso a una misiva de la Asociación Profesional de Controladores Aéreos, en la que desde un punto de vista estrictamente profesional se critica algo gravísimo sucedido en el ACC de Barcelona, para cualquiera con unos básicos conocimientos de «just culture» o cultura de la seguridad, como es la entrega INSTANTES ANTES DE LA ENTRADA DE SERVICIO y durante la sesión de briefing previa a trabajar en frecuencia, a los controladores que iban a iniciar su turno de Tarde, comunicándoles en ese momento tan irresponsablemente inoportuno, las sanciones disciplinarias (que alcanzaron a 61 ATCs de ese centro), como consecuencia del cierre (presuntamente patronal según la mayor parte de las pruebas indiciarias judiciales practicadas en 20 Juzgados españoles) del espacio aéreo español 3-4 de diciembre de 2010. Es decir !cinco años antes!. Este gravísimo hecho, que evidentemente desde el punto de vista profesional estrictamente roza la temeridad más flagrante imaginable de confirmarse esta manera de comunicar una sanción, supone según los profesionales tambien «una desconsideración muy grave hacia las mínimas garantías de seguridad aérea…» Los destinatarios de la misiva son el director General de ENAIRE, Ignacio González y la directora de RRHH de ENAIRE, Maite Calleja.
El malestar de índole exclusivamente profesional de los controladores aéreos es patente, pero además se señala en la misiva su «profunda preocupación por la deriva irresponsable que la Dirección de Enaire mantiene…» Evidentemente estos profesionales muestran lo que para ellos es una indudable falta de respeto así como falta de «coherencia con los preceptos básicos de la cultura de seguridad en navegación aérea en general, y de la gestión del tráfico aéreo en particular». Denuncian además la desconsideración «muy grave» hacia las míimas garantías de seguridad aérea y una manifiesta demostración de «poca ética profesional» al entregar el pasado 18 de marzo dichas sanciones en el briefing operativo diario.
Además se da la circunstancia de que hace casi años habían ocurrido estos eventos del cierre «patronal» del espacio aéreo, y que tanto los Tribunales de Justicia, como la propia AESA han avalado las tésis de los controladores aéreos españoles implicados supuestamente. Pero se da la circunstancia de que precisamente en esas fechas ENAIRE lanzaba una «pantomima» según los profesionales del control aéreo, en forma de campaña titulada «1º Divulgación Camapaña 2015 Gestionemos el Estrés: CAUSAS Y PERCEPCION DEL ESTRÉS LABORAL», lo que evidentemente suena a «chufla» tras esta forma de actuar de la dirección para los controladores. Estos señalan que este tipo de campañas «evidencian la falta de una gestión coherente y estructurada por parte del proveedor de navegación aérea a la hora de considerar el factor humano en el control aéreo y su vinculación con la seguridad aérea». Todo esto ha causado en este colectivo tanto «malestar como vergüenza»
La «chufla» de la campaña pantomímica de la «Gestión del Estrés» no ha podido sentar peor, pero además hay toda una normativa que de ser aplicada y supervisada adecuadamente por parte de la autoridad, como es AESA, ni que decir tiene que en un país medianamente serio con estos temas tan serios habría de oficio actuado.
