AD, ha podido conocer de fuentes profesionales del control aéreo español, que "es rotundamente falso que el motivo de los retrasos de las operaciones en Barajas y otros aeropuertos se debe a huelga encubierta alguna". Estas mismas fuentes señalan que "se están estableciendo regulaciones debido a las severas condiciones meteorológicas de estos días, con el único fin de establecer un marco seguro para el flujo, y evitar la ineficiencia que supone tener los aviones dando vueltas…, con el elevado costo a las compañías aéreas que esto supone". Esta es la realidad, aunque algunas emisoras-no se sabe si por interesadas filtraciones-, se hacen eco de la supuesta huelga.
Cada 10 minutos que está un avión en el aire, esperando a aterrizar, supone un consumo de combustible entorno a los 400 kilos. Si la media debe rondar actualmente los 30 minutos, y hay más de mil operaciones diarias en Barajas, por ejemplo, estaríamos hablando de un desperdicio de combustible de 1.200.000 kilos de diario. En un año la enorme cifra supondría 438 millones de kilos de combustible. El cálculo aproximado es sólo en Madrid-Barajas. Multipliquen por el más de un millón de operaciones/año, y la cifra resultante probablemente incremente-eso sí pagado por las compañías aéreas en este caso, el ahorro por el ingenioso plan de mejora en la gestión del Ministerio de Fomento. Esto, logicamente lo pagarían las compañías aéreas, pero tambien los propios pasajeros. El ofertón sería completo.
Evitando mediante regulaciones previas, que despeguen estas aeronaves, que se sabe positivamente que van a tener que estar en el aire varios minutos dando vueltas, se evita este desperdicio, y el correspondiente sobrecoste en la operación de la compañía.
Pero el criterio fundamental es que hay unas condiciones meteorológicas que impiden una ruta, o unos niveles de vuelo previamente contemplados en el Plan de Vuelo, en aras a garantizar la seguridad, y a distanciar las aeronaves, como garantía de esta safety, convendríamos que se justifica sobradamente el que haya retrasos.
El pasajero olvida frecuentemente que las condiciones meteorológicas imponen su ley en la aviación el día de hoy. Desde el punto de vista de la tan cacareada seguridad, esto resulta incuestionable. Recientemente comentaba con un experimentado piloto, la brusca disminución de 15ºC que pude observar recientemente entre el Nudo Eisenhower-en la cabecera de LEMD- y el Puente de San Fernando. En tan sólo 3 kilómetros, la temperatura disminuía bruscamente desde los 30ºC a los 15ºC. Al nivel de Madrid de unos 700 mts. de altura. Esta evidencia de inestabilidad meteorológica, me indicaba el piloto de referencia "en el aire hace que tengas que cambiar totalmente el performance del avión, la configuración, e incluso lo puede tirar. De esto no es consciente la gente…"
Otra cuestión iriente es la incomodidad para el pasajero, al permanecer "enlatado", en el interior del avión minutos e incluso horas. Ahora se está intentando coordinar esto, lo que repercutiría en beneficio de los espacios comerciales de los aeropuertos. Pero esto contraviene la fijación de AENA en no abarrotar las terminales. No llenarlas de pasajeros que esperan que su vuelo salga.
Gestionar todos estos factores depende de AENA exclusivamente, que es el proveedor del servicio para los operadores. Dados los cambios que se han acometido durante este último año, tambien responsabilidad del Ente, y del propio Ministro, se han de contemplar escenarios tan habituales como los de las condiciones meteorológicas en Primavera, que estadisticamente son habituales. Con una simple mirada al historial mayo-junio de un ciclo de unos 10-15 años. Por lo tanto, lo que está sucediendo era previsible, y no se puede seguir "echando el muerto" a un colectivo que por presiones, expedientes, linchamiento mediático reiterado e incluso cruel al extremo, que no puede ni levantar la cabeza para decir !basta!.
