Aviación Digital, Sp. – Denis Evdokimov, piloto del Sukhoi Superjet 100 ruso estrellado en 2019, ha sido condenado a seis años de prisión por no atender a las normas de seguridad en casos de emergencia. El accidente se cobró 41 vidas y terminó con otros 10 heridos, algunos de gravedad.
El avión de la aerolínea Aeroflot despegó el 5 de mayo de 2019 desde Moscú a la ciudad norteña de Murmansk. Sin embargo, un rayo dio de lleno a la aeronave, obligándola a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Sheremetyevo.
El problema reside en la manera en la que el piloto realizó dicho aterrizaje. «Tras decidirse regresar al aeropuerto de salida, (Evdokimov) realizó, sin observar el procedimiento de operación del avión, un aterrizaje muy brusco, permitiendo que el avión ‘rebotara’«, dijo la fiscalía. «Como consecuencia, el tren de aterrizaje principal se desplomó y la estructura de la aeronave quedó destruida, con derrame e ignición del combustible».
Por todo ello, Evdokimov fue acusado en 2019 de violar las normas de seguridad del tráfico con resultado de muerte por negligencia de dos o más personas. Además de su sentencia de prisión, conocida hace tan solo unos días, el piloto ruso tiene prohibido operar aviones durante tres años.
¿Riesgos operacionales?
A pesar de la sentencia, el piloto achaca la responsabilidad a las fallas técnicas del Sukhoi, afirmando que la aeronave no cumplía las normas de aeronavegabilidad exigidas y dudando de su seguridad general e integridad operativa.
Según su relato, este rayo inutilizó el sistema eléctrico de control remoto del avión. En particular, subraya la ausencia de cualquier modelo alternativo de control mecánico de las superficies de dirección en el avión en cuestión.
Sin embargo, las fuentes locales cuentan que los investigadores rusos llevaron a cabo un examen exhaustivo y no encontraron pruebas de que el avión funcionara mal. Además, desestimaron las críticas contra los primeros intervinientes y los controladores aéreos de Sheremetyevo, subrayando que actuaron adecuadamente.
La comisión investigadora también estudió la posibilidad de que el mantenimiento fuera deficiente y las condiciones meteorológicas adversas fueran factores coadyuvantes, pero finalmente concluyó que ninguno de ellos desempeñó un papel en el trágico incidente.
