Emirates presentó ayer en Dubai los resultados del primer semestre financiero de 2011 que finalizó el pasado 30 de septiembre. La aerolínea ha obtenido unos beneficios netos de 225 millones de dólares, continuando así su tendencia de crecimiento del 20% anual que dura ya 23 años y que la convierten en la compañía aérea de más rápido crecimiento en el mundo.
"El rendimiento de Emirates en el último semestre del año evidencia los sólidos fundamentos de la compañía y de su tenacidad para mantenerla en rumbo positivo y seguir creciendo a pesar de la inestabilidad del mercado" ha comentado Ahmed bin Saeed Al -Maktoum, Presidente y Consejero delegado de Emirates.
La aerolínea mantuvo su estrategia de negocio a largo plazo a pesar de la inestabilidad global, los costes de combustible en constante crecimiento, que significaron unos costes adicionales de 1000 millones de dólares durante el mismo período del año pasado, y la fluctuación en los cambios de divisas.
"Como parte de esta estrategia en Emirates hemos optado por seguir invirtiendo en nuestra flota de aviones eco-eficientes; en el fortalecimiento de nuestra red global de rutas; y también apoyando la infraestructura para el crecimiento de nuestro negocio con el fin de que continúe siendo solvente", ha añadido el Jeque.
En el primer semestre de este año financiero, Emirates reportó un fuerte crecimiento de negocio, tanto en términos de capacidad ofrecida como de tráfico, comportamiento que contrasta, en gran manera, con la tendencia actual de la industria de la aviación. La capacidad medida en asientos disponibles por kilómetros (ASKM) creció un 8.2 % mientras que el tráfico de pasajeros transportados medido en ingresos por kilómetros por pasajero transportado (RPKM) creció un 5,7% con el factor de ocupación promedio mantenido en una media del 79,3%.
Los ingresos de Emirates, incluyendo otros beneficios por explotación, fueron de 8.300 millones de dólares, un 15% superiores a los ingresos obtenidos el año pasado en el mismo periodo. Esta cifra refleja ampliamente la mejora de rendimiento en el transporte de pasajeros y de carga basados en la subida de precio del combustible.
Emirates mantiene así su fuerte trayectoria de crecimiento que en los últimos siete años le ha permitido pasar de los 60 aviones que disponía en 2004 a los 161 que componen la actual flota de la compañía, entre los que se encuentran los 17 A-380, que son el buque insignia de la aerolínea, y la mayor flota de B-777 del mundo, con 93 aparatos. Además ha abierto 39 nuevas rutas y ahora vuela a 115 destinos en 67 países. De esta forma continúa extendiendo su presencia global que tras el lanzamiento reciente de Ginebra, Copenhague y San Petesburgo, se verá aumentada a finales de año y principios de 2012 con ocho nuevas rutas: Bagdad, Río de Janeiro, Buenos Aires, Lusaka, Dallas, Seattle y Dublin.
