Valencia, SP.- Los pilotos de Air Nostrum entran en su segunda jornada de huelga para protestar por el desvío de producción a terceras compañías, dentro de la operación de Ingenieria Financiera del actual presidente de Air Nostrum, Carlos Bertomeu.
Carlos Bertomeu y sus socios Antonio Pellicer y José Remohí llevan trabajando desde que se hicieron con el control de Air Nostrum en el año 2014 en el re-flotamiento de la compañía tras varios años de incertidumbre, para lo cual pusieron en marcha un ambicioso plan de creación de un gran grupo de transporte, ILAI (Inversión en Líneas Aéreas Internacionales), que no solo estaría vinculado con el transporte aéreo si no también con el transporte ferroviario (ILSA) y la extinción de incendios (PLYSA).
Aunque aparentemente todo esto parece muy novedoso y de un gran mérito para un «gurú de las finanzas», el patrón que sigue Bertomeu y sus socios es el mismo que llevan utilizando otros grandes grupos de transporte desde hace décadas: utilizar los «paraísos fiscales europeos de la aviación» como Irlanda (Hibernian) y Malta (Medops), para la creación de compañías que ofrezcan contratos ACMI (Aircraft, Crew, Maintenance and Insurance) a terceros y a empresas del mismo grupo (aquí es donde esta el negocio de verdad) con objeto de reducir sus costes impositivos y a su vez conseguir un mayor dinamismo empresarial gracias a laxitud de sus autoridades aeronáuticas; por otro lado utilizar a empresas de contratación de personal técnico aeronáutico como Aer Resources Agency, para reducir sus costes sociales a través de contratos de falsos autónomos.
Nada nuevo bajo el sol, salvo por destacar la habilidad del «Bertomeu’s cum laude» MBA del Instituto de Empresa de Madrid de sacarle la pasta al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar la compra de aviones a bajo interés, no solo para los CRJ100 si no también para los Trush 710P (aviones destinados a la extinción de incendios).
Una información aparecida en Expansión señalaba que Air Nostrum ya habría obtenido 200 millones del BEI el pasado año para la adquisición de aeronaves.
Las herramientas para desviar la producción de Air Nostrum ya están a disposición de Bertomeu y sus socios, esto es una realidad, ahora solo les hace falta hacerlas crecer. Es a todo este conglomerado de empresas, servicios e intenciones, al que justificadamente tienen miedo los pilotos de Airnostrum.
Nos hemos puesto en contacto con alguno de los pilotos de la compañía, y nos denuncian la falta de memoria de Bertomeu, «parece que no se acuerda que gracias a que estos mismos pilotos (entre otros colectivos) a los que quiere quitarles las habichuelas, aceptaron bajarse los salarios y aceptar los contratos a tiempo parcial, consiguiendo entre todos dar viabilidad a la compañía cuando estuvo a punto de cerrar. Al menos, debería de ser honesto y honrado con nosotros, y explicarles claramente cual va a ser nuestro futuro y el papel que van a desempeñar estas compañías y cómo les va afectar«.
