La Consellería do Mar ha puesto en marcha una investigación para determinar si la empresa que gestiona los helicópteros del Servizo de Gardacostas de Galicia (es decir INAER) está cumpliendo o no el pliego de prescripciones técnicas pactadas cuando se adjudicó el servicio. Artículo completo en LA VOZ DE GALICIA
Las pesquisas arrancaron la semana pasada, cuando llegó a la responsable de Mar una denuncia del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) enumerando una serie de irregularidades que podrían comprometer seriamente «la operatividad y la eficacia del servicio», además de lastrar las condiciones de trabajo de la plantilla.
El colectivo señala como incumplimientos más graves los que atañen a los requisitos mínimos de las tripulaciones y los relativos a la formación y entrenamiento de estas. Así, afirman que algunos de los nuevos copilotos contratados no reúnen siquiera el 30% de la experiencia total que se requiere.
A esas deficiencias suman carencias en materia de formación. El sindicato apunta que hace más de dos años que las tripulaciones no hacen prácticas de vuelo de emergencias en un simulador, cuando el contrato establece que los pilotos tienen que realizarlas anualmente. Esa es también la periodicidad establecida para el curso de escape de emergencia y, según el Sepla, hace más de doce meses que no se someten al entrenamiento que les pondría en el caso de que el helicóptero cayese al agua y tuviesen que evacuar la aeronave.
Formación y experiencia son «pilares básicos de la seguridad», pero no son los únicos puntos que se ven afectados. También la dotación de personal preocupa al colectivo. Aunque desde que en las dos bases de los helicópteros (Celeiro y Vigo) se hacen guardias de presencia física las 24 horas se ha aumentado la plantilla, no se han duplicado todos los puestos. Así -por lo menos en el caso de Celeiro-, el técnico de mantenimiento de aeronaves no está permanentemente en la base, con lo que durante las horas en que solo está localizable el tiempo de respuesta pactado -de 10 minutos- queda seriamente comprometido si en el momento del arranque se detecta una avería mecánica o electrónica y se requiere su intervención, pues habrá que esperar a contactar con él o esperar a que llegue a la base.
Al conocer la denuncia, Mar puso en marcha una investigación para comprobar si Inaer, la empresa que gestiona el Pesca 1 y el Pesca 2 se ajusta a las condiciones del contrato: «Lo que vamos es a mantener una reunión para saber si se cumplen o no las condiciones y, en todo caso, exigir que se respete el pliego de prescripciones técnicas», aseguró Rosa Quintana. La conselleira, que explicó que Inaer fue la única firma que se presentó al concurso, detalló que, si se detectan anomalías, se instará a la empresa a que las subsane; de lo contrario, se hará «lo correspondiente».
Desde Inaer aseguraron ayer desconocer las denuncias realizadas por el colectivo de pilotos.
