Lo de Brecht se está cumpliendo según un guión establecido. Sin ser conscientes de ello, los dirigentes de Iberia, ya se comienzan a situar por encima de las normas que afectan a trabajadores, y a todos y cada uno de los ciudadanos de este país, al demandar un derecho que están ejerciendo los trabajadores, dentro de los requisitos que marca la norma. Los controladores españoles lo sufrieron objetivamente con los contínuos "decretazos" y la imposibilidad de ejercer este derecho, de facto. El que el derecho al trabajo, huelga, de libertad sindical, manifestación o reunión, se ponga en entredicho cuando el conflicto se adjetiva con el "aeronáutico", y "privilegiado" es un soniquete recurrente en estos días. Debería hacer reflexionar a la ciudadanía en un sentido claro ¿debemos los ciudadanos defender los principios que figuran en la Constitución como básicos?. Si los poderes públicos dejan de hacerlo, ¿son los ciudadanos los que están obligados a hacerlo?. Este es el debate que subyace a lo que está pasando con Iberia, como sucedió con los controladores.
Resulta más que curioso que estos principios teoricamente utópicos, que no lo son en realidad, tengan que defenderse finalmente por sindicatos de corte anarquista (CGT o CNT) en el caso de los TPOs de Barajas, o del personal de tierra de Iberia, respectivamente, y los sindicatos "profesionales".
La sencilla reflexión, al hilo de la nota de prensa de Sepla-Iberia de ayer, es sencilla. Hay una línea roja que tiene ya un pie encima. Ni acuerdos firmados, ni derechos a huelga pues tal o cual terrible consecuencia puede acarrear como escusa, obviando cúal es el origen del conflicto según los trabajadores: El incumplimiento por parte de la empresa. Lo que se está dirimiendo es si en un momento dado se puede dar o no el salto al vacío y saltarse determinadas normás supremas. O, como dijeron los representantes de la CGT cuando el conflicto de llos controladores aéreos ¿no se estaba violando el Estatuto de los Trabajadores?.
Ahora no sólo los pilotos, tambien los trabajadores de tierra representados en CNT y CTA, y TCP de STAVLA, denuncian incumplimientos de Convenios y acuerdos firmados con la empresa. En este último caso, tras dos referéndum que mayoritariamente fueron rechazados por los tripulantes de cabina, y que, pese a todo, la empresa dice que están acordados con los trabajadores. Cuando deja de cumplirse, están los tribunales. Pero la utilización que de estos hacen, por su lentitud desesperante, conducen al que ya será demasiado tarde en el momento de la resolución, y quizás ya no estén Vázquez o Sánchez-Lozano para pedirles cuentas al respecto.
NOTA DE PRENSA SEPLA-Iberia (6 de marzo de 2012)
SEPLA quiere denunciar que la decisión tomada en el día de hoy por IBERIA de demandar al SEPLA por la convocatoria de huelga legal que ha convocado en defensa de los puestos de trabajo, y de los acuerdos suscritos en abril de 2009, solo son una vuelta de tuerca más en la línea de presión en su guerra contra los pilotos y en la coacción del libre ejercicio de la Libertad Sindical, iniciada por la dirección de la empresa hace tres meses cuando emprendió una persecución a los pilotos, que hasta el momento se ha traducido en 34 expedientes y 3 despidos y cuyo objeto sin duda alguna, es coartar las acciones sindicales emprendidas tras el anuncio de la externalización de la producción del Corto y Medio Radio.
Sepla denuncia que la única que comete una ilegalidad es la dirección de la empresa, que en un acto de prepotencia, no duda en vulnerar los derechos de sus pilotos recogidos en el VIIº Convenio Colectivo firmado hace menos de 3 años por la anterior dirección en el pleno ejercicio de esa libertad de empresa que ahora esgrimen para justificar la vulneración de lo acordado.
La conflictividad generada, corresponde más a las decisiones de Iberia que a la propia convocatoria de huelga, amparada por la Constitución, en plazo y en forma y se debe, no solo a la vulneración e incumplimiento del Convenio Colectivo de los Pilotos si no además a la obligación que tratan de imponer a los pilotos bajo la coacción de despidos para que incumplan los descansos recogidos en la Normativa legal vigente en materia de Seguridad Aérea.
La dirección aprobó el pasado noviembre la creación de la IB Express, externalizando hasta un total de 40 aviones que saca de la matriz, prácticamente la mitad de su flota, y más de la mitad de la producción, convirtiendo a la Express en ilegal, al vulnerar los acuerdos firmado en el Convenio Colectivo de Pilotos en varios puntos. El Convenio recoge textualmente:
"La Dirección de la Empresa se compromete a no segregar de IBERIA L.A.E., S.A. la operación de vuelo salvo acuerdo previo con la Sección Sindical de SEPLA en IBERIA". Así lo establece claramente la Disposición Final Quinta del Convenio Colectivo. O sea, que la operación de vuelo de IBERIA no podrá ser separada de la matriz salvo que se alcance un acuerdo con la Sección Sindical y por tanto, no se puede externalizar la producción como pretende la empresa.
Para que IBERIA EXPRESS alimente los vuelos de largo radio de IBERIA, se tendrían que ordenar conjunta y centralizadamente los recursos de ambas compañías, lo que tambien vulnera el Convenio Colectivo en otro punto, el que se refiere al apartado denominado "Programación Conjunta" y que dice textualmente:
"Se entiende por programación conjunta el resultado de ordenar conjunta y centralizadamente, los recursos humanos, materiales y de todo tipo de las Sociedades del Grupo Iberia y Sociedades participadas. IBERIA y la Sección Sindical de SEPLA en IBERIA acuerdan que IBERIA no podrá acudir a la programación conjunta, salvo pacto expreso con la Sección Sindical de SEPLA en IBERIA"
Y por otra parte, tambien incumpliría lo establecido en el Convenio Colectivo en el apartado de "Protección de puestos de trabajo" del Anexo 10 que indica:
"Con las excepciones de los apartados sobre REGULACIÓN DEL WET LEASE y de FRANQUICIAS, que se desarrollan más adelante, todo avión de IBERIA L.A.E., S.A. (propio o en dry lease) o con imagen de IBERIA L.A.E., S.A. (color y logotipo), será volado por Pilotos de IBERIA L.A.E., S.A."
Por último, la dirección de la compañía, lejos de sentarse a negociar, (lleva un mes sin convocar reunión alguna para solucionar el conflicto), responde con coacciones y despidos a sus trabajadores, obligándoles a incumplir la Ley de Seguridad Aérea, cambiando las programaciones de vuelos de forma unilateral, sin el preaviso de 12 horas que marca la ley para organizar el tiempo de trabajo y descanso, atentando contra la seguridad aérea.
Por todo lo anterior, Sepla no descarta denunciar a la dirección de la compañía por amenazas y coacciones a la dirección sindical.
