4 de diciembre de 2010.-Hoy nos hemos levantado todos con la noticia del parón en todos los vuelos nacionales a causa de la huelga de los controladores aéreos. Antes de dar mi opinión sobre el asunto, me gustaría lanzar una queja general sobre la cobertura que se le está dando al tema en los medios de comunicación. Como medio país, este mediodía estuve más de una hora viendo varios telediarios, falsamente alertada por lo del estado de alarma. Al principio sentí empatía por la gente que ha tenido la mala suerte de estar tomando un vuelo en estos días, pero al cabo de media hora de testimonios y de víctimas lo que sentía era indignación, pues todavía no había oído ni una sola declaración de los controladores. (Blog El Observatorio de una veinteañera)
Parece una verdad de perogrullo el decirlo, pero cuando la gente se manifiesta suele ser porque no soporta las condiciones en que se encuentra. Uno no se levanta por la mañana con ganas de molestar a nadie ni de que lo metan en la cárcel. Y por eso, si los controladores están insatisfechos con sus condiciones laborales, como mínimo, y antes de criticárselo a destajo, lo primero que debería hacerse es escuchárles. Pero la verdad, como uno no entre en internet y se informe, veo difícil que pueda enterarse de porqué está tan molesto este colectivo. Que por cierto, han puesto dos expedientes disciplinarios a una controladora aérea por dar su opinión en un blog (http://controladoresareosyotrashierbas.blogspot.com/). Sin palabras.
Así que a parte de internet, sólo por una cadena de radio pude yo enterarme de lo que esta gente quería, gracias a el lúcido representante de sindicatos del colectivo. Al parecer los horarios están siendo abusivos, ya que a AENA, decía él, le sale más barato pagar horas extra que contratar a más controladores, y por ello no han salido nuevas plazas desde 2006. Si esto que dicen es verdad me parece que es una barbaridad la deshonra colectiva a la que se les está sometiendo. Estas personas están velando por la seguridad de 200 millones de pasajeros al año en España: por favor, lo último que ninguno de nosotros quiere es que estén cansados en su trabajo.
Pero parece que a la gente le cabrea muchísimo que personas con un sueldo alto se quejen, parece que deben de aceptar cualquier condición sólamente porque ganen más. Esa envidia carroñera y ese gusto por el morbo que nos corroe a todos a la hora de despotricar sobre personas que están ejerciendo su derecho democrático me hace sentir vergüenza por los ciudadanos que somos, ni siquiera capaces de escuchar a una de las dos partes en un conflicto. Pero es que no sólo somos egoístas, sino también bastante tontos, ya que esas personas están velando por nuestra seguridad, y si queremos ser pragmáticos, a nadie le conviene que estén en malas condiciones laborales.
En fin, que en vez de ir a las causas y consecuencias del conflicto se están describiendo las situaciones generadas por él (víctimas, primeros vuelos en ponerse otra vez en marcha, etc), lo cual no deja pie ni al análisis racional ni a la comprensión de las dos partes. Eso sí, la familia que se ha quedado sin ir a Disneylandia este puente es la gran noticia de la jornada. Podrá sonar a tópico, pero ojalá todos los días se declarase el estado de alarma por los niños que mueren de hambre en el Tercer Mundo cada 46 segundos, y no por la huelga de un colectivo tan importante para todos nosotros, al que además se amenaza con meter en la cárcel. Es ridículo e increíble.
Y que conste que no conozco a ningún controlador aéreo ni nadie de mi familia trabaja en el aeropuerto.
Para más información: http://www.controladoresaereos.org/
