Claudia Celestes /Aviación Digital, Sp.- En la Escuela de Pilotos Adventia, en Salamanca, conviven diversas historias que reflejan el creciente papel de la mujer en la aviación. Raquel, Sofía y Elsa son protagonistas de un relato que abarca diferentes generaciones, pero que comparten un sueño en común: convertirse en pilotos.
Sofía y Elsa: La nueva generación
Sofía, natural de Orio, Guipúzcoa, es una de las alumnas del tercer curso del Grado en Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas en la Universidad de Salamanca. Junto a ella, hay otras seis mujeres que conforman una promoción que representa la igualdad de género en el aula, con 25 alumnos en total.
«Jamás me he sentido rechazada por ser mujer y menos por querer ser piloto»
Sofía
A pesar de la tradicional percepción de la aviación como una profesión masculina, Sofía no ha experimentado rechazo por parte de sus compañeros. Sin embargo, reconoce que el número de mujeres en esta profesión sigue siendo bajo. Organizaciones como Ellas Vuelan Alto y Aviadoras trabajan para cambiar esta percepción y fomentar la presencia femenina en la aviación.
Por otro lado, Elsa, estudiante del primer Curso Integrado en Piloto de Línea Aérea, encontró su pasión por la aviación después de descartar la opción de ser economista. Sin antecedentes familiares en la profesión, Elsa descubrió su vocación durante el confinamiento, explorando opciones académicas y decidiendo seguir el camino de la aviación.
«es difícil encontrar a alguien que todavía se sorprenda de ver a una mujer en una cabina de un avión, pero aún hay recorrido, hay pocas mujeres pilotos y mucho camino por delante»,
Elsa y Sofía
Ambas coinciden en que la presencia femenina en la aviación ha aumentado, pero todavía hay un largo camino por recorrer. Sin embargo, su determinación y pasión por volar las impulsan hacia adelante.
Raquel Ortega: Una instructora de vuelo con experiencia
Raquel Ortega, instructora de vuelo y responsable de seguridad en Adventia, representa a una generación anterior que ha visto evolucionar el papel de la mujer en la aviación. Desde su adolescencia, Raquel sintió una atracción por los motores y la velocidad, lo que la llevó a perseguir su sueño de convertirse en piloto.
Después de obtener sus licencias y trabajar en la aviación, Raquel se enfrentó a desafíos, especialmente durante crisis como la del 11 de septiembre y la crisis económica de 2008. Sin embargo, su determinación la llevó de regreso a la cabina de vuelo, donde encontró su verdadera pasión.
«creo que la edad juega un papel fundamental a la hora de que te contraten, bajas por maternidad, cuidado de los hijos, etc., »
Raquel Ortega
A pesar de los obstáculos, Raquel cree firmemente en el papel de la mujer en la aviación. Reconoce que todavía existen prejuicios y dificultades, especialmente en la conciliación entre la vida profesional y familiar. Sin embargo, su amor por volar y su dedicación a la instrucción de vuelo la mantienen firme en su camino.
Una Profesión de pasión y determinación
Tanto para Sofía y Elsa como para Raquel, la aviación representa más que una profesión: es una pasión que desafía los límites y ofrece experiencias únicas. A pesar de las dificultades y los estereotipos de género, estas mujeres están decididas a seguir adelante y alcanzar sus sueños de volar.
Para Sofía y Elsa, el apoyo de organizaciones como Adventia y Aviadoras es fundamental para superar las barreras de género y fomentar la presencia femenina en la aviación. Además, programas como «Una piloto en cada aula» ayudan a cambiar la percepción de las profesiones basadas en el género desde una edad temprana.
En cuanto a Raquel, su experiencia y determinación son ejemplos inspiradores para las nuevas generaciones de pilotos. A pesar de los desafíos, Raquel continúa enseñando y compartiendo su pasión por volar, demostrando que el cielo no tiene límites para las mujeres en la aviación.
«queda perfectamente demostrado que tanto una mujer como un hombre puede
Raquel Ortega
pilotar un avión con seguridad».
El papel de la mujer en la aviación está en constante evolución. Desde las aulas de formación hasta las cabinas de vuelo, mujeres como Sofía, Elsa y Raquel están dejando su huella en una profesión históricamente dominada por hombres. Con determinación, pasión y apoyo, estas mujeres están transformando la aviación y allanando el camino para las futuras generaciones de pilotos.
«El trabajo está en el aire y la visibilidad en los colegios. Y mientras haya una niña con un sueño de ser piloto, las mujeres siempre tendrán un lugar en una cabina de vuelo»
