La aerolínea escocesa Highland Airways cesó ayer sus operaciones por falta de liquidez, así como por problemas con su deuda y con los vuelos que ha tenido que cancelar desde principios de año por el mal tiempo, según informa en su página web.
La compañía ha presentado suspensión de pagos tras haber pedido el miércoles a PricewaterhouseCoopers (PwC) que tomara las riendas de la aerolínea, que finalmente hubo de suspender todas sus operaciones con cerca de 800 reservas realizadas.
Al parecer, Highland Airways estaba buscando nuevos inversores debido al elevado monto de su deuda y a que su situación se tornó más desesperada por las abundantes cancelaciones por causas meteorológicas.
La compañía, que tiene su sede en Inverness, ofrecía servicios entre Cardiff y las localidades de Anglesey, Stornoway y Benbecula, y también mantenía operaciones en Oban e Inner Hebrides. En estos momentos ya no acepta más reservas ni realizará más operaciones, según confirmaron ayer las autoridades de Aviación Civil.
La aerolínea contaba en el momento de la suspensión de pagos con un total de nueve aeronaves y cerca de 100 trabajadores.
