Ayer en una gélida mañana madrileña, la Asociación de Afectados del fatídico JK5022, había solicitado una prueba testifical y otra (una audición identificatoria), para esclarecer la identidad del tercer ocupante del cockpit del vuelo siniestrado. El momento fué durísimo, por lo que AD, en la línea que ha procurado mantener, decidió sustraer a sus lectores las palabras de un padre que logicamente vivió un momento aún más duro de los que interminablemente han venido padeciendo y sufriendo todos y cada uno de los familiares y supervivientes desde hace ya más de dos años, por la enorme tragedia humana que supone un accidente aéreo.
Lo que realmente impresiona es el enfoque práctico de las familias afectadas y representadas en esta Asociación. Algo muy a tener en cuenta, loable, que siempre tendrá la gratitud social que se merece, aunque aún no seamos plenamente conscientes de ello, es el inconformismo hasta llegar al objetivo final, como es, y seguro que será, el esclarecimento total y absoluto de la VERDAD.
Pilar Vera, su presidenta no para de repetirlo, aquí y allá. Ante la Administración española y en todos los foros internacionales-OACI incluído-, donde pueda ser oída.
Lo más relevante de la cruzada que ha emprendido la Asociación es que quieren que ese esclarecimiento de los hechos, de las causas, pueda servir para encontrar algo de consuelo, en que no se vuelva a repetir lo mismo, y sobre todo, que otras personas no tengan que pasar por el calvario que ellos están pasando. Gran parte de ese calvario es debido a que en este, nuestro país, no hay nada previsto para personas que están sufriendo, lo que ellos sufren. No hay un antecedente que mitigue miles de detalles necesarios para superar el dolor. Lo más indignante, si se puede hablar de algo más indignante aún que el conjunto de cosas indignantes que llevan ya padecido, es el trato a personas que resultaron heridas en dicho accidente. Que tengan que solucionar por su cuenta, mientras se dilucidan responsabilidades, cuestiones de intendencia médica, de operaciones quirúrgicas, laborales, etc…, que tengan simplemente que preocuparse, que utilizar parte de sus energías en ello, es absolutamente descorazonador para el observador de esta realidad. Este Estado de Bienestar resulta indolente e ineficaz ante su tragedia.
La Asociación y Pilar Vera a la cabeza, sólo quieren que todo el calvario humano, personal, íntimo, que ellos padecen, y desgraciadamente seguirán padeciendo en el largo desierto de su sufrimiento, sirva, al menos, para que lo que ellos han pedecido, no lo tengan que volver a vivir los que de nuevo se vean afectados por una tragedia de este tipo. Sé que cada tragedia es un mundo en sí misma. Sé positivamente que ni tan siquiera, por mucho que nos intentemos mimetizar con el sufrimiento de los otros, llegaremos nunca a sufrir de verdad lo que ellos sufren. Pero lo reseñable es que ellos, en pleno dolor, en pleno sufrimiento, son capaces de intentar por todos los medios, que no sea en vano. Que sirva para algo, que mejore la situación que ellos han tenido obligatoriamente que vivir, para los que vienen detrás.
AD, aquel 20 de agosto, desgraciadamente tuvo que relatar lo que sucedía ante sus ojos. AD, en su línea editorial, sustrajo a sus lectores en aquellos momentos el relato del dolor en directo. Sencillamente, suponíamos y lo seguimos viendo de aquella manera, cualquier persona de bien, cualquiera de nosotros, tiene un mecanismo mimético, por el cual no es necesario mostrar explicitamente el sufrimiento y el dolor, dejando de respetar una intimidad básica en todos y cada uno de los instantes de ese inimaginable estado humano.
A escasos metros de donde Pilar, y otros miembros de la Asociación, dejaban ver una parte de esa intimidad del dolor, coincidiendo en el tiempo-eran las 11:00 hrs.-, los abogados de Cremades&Calvo Sotelo, exponían veintitantas cajas de poderes para representar a los Afectados por el Cierre del Espacio Aéreo Español. Depronto, la mayor parte de los medios corrieron a cubrir esa noticia, dejando hueco entre los que estábamos con los Afectados del JK5022. Quedamos en minoría. Y, desgraciadamente, una jugada de la mente humana, pensamos por un momento que para otros periodistas la noticia era cuestión numérica, de número de afectados, y comprendimos aún menos la importancia de lo que teníamos a pocos metros, material absolutamente. Abogados de cuello duro, y gomina, en una operación de marketing de captación de clientes. Pasajeros afectados por el cierre del espacio aéreo, frente a los afectados por un espacio aéreo abierto para siempre. Abierto a esta tragedia humana…, que sólo podrá tener algo de consuelo, cuando se conozca la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
