Turquía conseja a las compañías evitar el espacio aéreo sirio. La Fuerza Aérea de Turquía, interceptaba ayer un A320 de la compañía aérea siria, sospechoso de portar armas en su carga de pago. El vuelo procedía del aeropuerto ruso moscovita de Vnukovo, y se dirigía a Damasco, el pasado miércoles, con 35 pasajeros a bordo.
Pero fue interceptado por aviones de caza de la Fuerza Aérea de Turquía y obligado a aterrizar en Ankara. Turquía había recibido información-probablemente de sus servicios de inteligencia- de que la aeronave "llevaba un cargamento que no podía cumplir con las normas Aviación Civil ", según el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu.
Según Hurriyet, las autoridades confiscaron "doce o trece cajas gigantes" equipos que contienen material para el ejército sirio, incluyendo equipos de telecomunicaciones y señales de interferencia. También han encontrado "elementos considerados como parte de misiles", según algunas informaciones de la televisión local. Pero ninguna de estas informaciones han sido confirmadas oficialmente.
El avión pudo despegar de nuevo por la tarde a Damasco, con todos sus pasajeros. El ministro anunció que Turquía estaba "decidida a controlar el flujo de armas al régimen sirio para matar despiadadamente a su pueblo", y seguirá investigando todos los aviones sospechosos de transportar armas.
Sin embargo, por temor a posibles represalias, aconseja a las compañías a evitar el espacio aéreo sirio Turco (Turkish Airlines tiene vuelos regulares entre Estambul y Damasco).
Por su parte el ministro sirio de Transportes, Mahoumd Said, acusó a Turquía de piratería aérea, al contravenir con su acción los tratados de aviación civil internacionales.
