A S.M.Rey Don Juan Carlos
Señor: Este es un correo escrito con sencillez y con sinceridad. En primer lugar, creo que nunca llegará a leerlo, pero si por alguna razón fortuíta llegara a su manos, quiero que sepa que sin ser representante de nadie, sólo como empleado/a a la que avalan años en la compañía bandera de este país, necesito, necesitamos pedirle ayuda.
Seguramente no seremos los mejores, no habremos sonreído tanto como muchos usuarios nos reclaman, no habremos tenido los mejores gestores, pero le aseguro Majestad, que le pusimos corazón cada día de trabajo.
Los españoles hemos crecido con Iberia, es un referente para todo el mundo, hemos soportado crisis, volcanes, huracanes, atentado, huelgas de unos y de otros, y lo mejor de todo, hemos transportado a millones y millones de pasajeros con uno u otro fin. Hemos transportado a los mejores, nuestro olímpicos, nuestra Selección, hemos colaborado con fines humanitarios, allí dond se nos necesitara, en cualquier lugar del mundo, hemos transportado ilusión, y siempre con la "Marca España" en nuestras alas.
Como no decir las veces que personalmente hemos tenido la oportunidad de ver cruzar el umbral de nuestos aviones, a toda su Familia. Siempre ha sido un honor para nosotros.
Majestad, Vd. está al corriente de lo que está pasando, están desmantelando Iberia, y borrarán nuestro nombre para poner otro nombre que no les corresponde.
Nos sentimos como alguien que ha entrado en tú hogar para sacarte a empujones, para echarte sin más contemplaciones, por unos motivos, que nadie puede entender.
Le voy a pedir un favor, porque sólo Vd. Majestad puede pararlo, no deje que acaben con nuestra compañía, no deje que nos corten las alas, no permita que se queden con nuestra casa.
Si nos hemos mantenidos firmes con el Peñón, ¿vamos a dejar ahora que se queden con Iberia?
Majestad, le ruego, tome cartas en el asunto, no tenemos mucho tiempo.
Que le informen con veracidad, de esta "fusión" que puede ser reversible, según los entendidos en la materia. De una fusión con irregularidades, que nos prometía trabajo, cuando ahora lo van a destruir. Cuatro mil, cinco mil familias, y veinte mil más a consecuencia de estos despidos.
Majestad no permita que esta compañía bandera española, en poco tiempo sea "bandera británica". No se si Dios salvará a la Reina, pero yo, nosotros, le pedimos que salve un trocito de España.
Con respeto y afecto.
