Madrid, SP.- En una misiva dirigida al Director General de ENAIRE, Angel Luís Arias, con copia desde al Jefe de Torre de Barajas, Viñoly, pasando por Cózar, Director Regional Centro-Norte, González Director de NA y Gómez-Pomar, presidente del público Ente, el sindicato hace un análisis en el que el factor político se sobrepone al técnico definitivamente y como consecuencia señalan la deriva del Ente. Pedro Luís Moya, Delegado de USCA en LEMD es quien la dirige a Arias por tercera vez. La inquietud de estos trabajadores está en relación directa con el limbo en el que perciben se encuentran tras la renuncia a la licitación del SDP en Madrid-Barajas por parte del proveedor de servicios. Pero este análisis del sindicato va mucho más allá…
Estimado Ángel Luis:
Esperando todavía respuesta, oficial y por escrito, a mi correo electrónico de fecha 3 de junio de 2016 y a mí escrito registrado con referencia 2930 de 13 de junio de 2016, me permito enviarle una tercera comunicación.
ENAIRE, al contrario que DFS o NATS, languidece en su inmovilismo político y operativo, huyendo de expandirse, crecer, mejorar o recuperar servicios que nunca debieron ser externalizados; mientras argumenta unas razones indefendibles y que carecen de total credibilidad o sentido común: «modelo político-empresarial incompatible con ese servicio«, aduce ENAIRE; excusas totalmente incompresibles para una gestión seria y transparente, cuando ya prestamos dicho servicio en la T4S de Barajas y en todas las plataformas del aeropuerto de Barcelona, con unos niveles excelentes de calidad y gestión de tráfico.
Desde la implantación de este servicio, distinto y diferenciado al de control, con la única finalidad de sólo prestar información a las aeronaves en su movimiento en las plataformas, hemos venido avisando de todo lo que podía ocurrir: problemas operativos, profesionales, de seguridad, conflictividad laboral al introducir un nuevo colectivo dentro del sistema, etc… Nadie nos hizo caso y todo se ha ido cumpliendo. Como ejemplo la huelga convocada para los próximos días por parte de los actuales prestatarios del servicio.
Aún tras el cierre patronal de 2010, los expedientes laborales y la acusación penal que pesan indebida y artificialmente sobre nosotros, todo ello promovido por ENAIRE, la actitud, el trabajo, el esfuerzo y la dedicación de los controladores de Barajas ha sido intachable y leal para con la propia ENAIRE. Por desgracia estamos pudiendo comprobar, de forma clara y rotunda, que la falta de interés, no sólo en lo personal y laboral, es absoluta; sino que además en lo profesional y operativo llega estos últimos días al punto de ignominioso, despreciativo y con un claro tinte de agravio comparativo dentro de la misma empresa por todo lo expuesto anteriormente.
La sensación de deriva, inseguridad e indefinición que transmite ENAIRE, inhibiéndose ante tales oportunidades, como usted comprenderá, no hace más que minar la ya escasa confianza que sus trabajadores tienen puesta en ella. No se trata de hacer “casus belli” de esta postura de ENAIRE, como me comentó usted días atrás, sino de todas las mentiras que han rodeado este proceso. En cada reunión, visita, llamada, correo o mera interacción que hemos mantenido con algún gestor de ENAIRE hemos puesto encima de la mesa este tema. Y todas las respuestas, incluida la suya hace unos meses, iban encaminadas a: “todavía no es el momento; pero cuando éste llegue claro que estaríamos encantados de recuperar ese servicio, pero entiende que ahora no podemos hacer nada”. Permítame el resumen libre de sus palabras y las de otros gestores de ENAIRE, pero reflejan con fiel exactitud lo hablado y comunicado a nuestros compañeros estos últimos años.
Nosotros seguimos entendiendo que es un grave error estratégico, de seguridad, operativo, laboral y económico el no optar siquiera a la licitación del SDP, de las T123 y T4, en Barajas; pero desde luego no somos más que controladores aéreos, no gestores de ENAIRE ni políticos del Ministerio de Fomento.
No sabemos si esta decisión o inacción mana de la gestión de ENAIRE, o ésta sólo es una parte más del engranaje y por lo tanto se ve obligada a suscribir decisiones ajenas; pero sería mucho más sencillo y honesto, por parte de esta gestión, exponer las verdaderas razones de comprometer a futuro el servicio de control del primer aeropuerto de España ante operadores privados, incluso extranjeros. No me gustaría despedirme sin reiterarle nuestro total compromiso, con una ENAIRE que sea fiel y transparente con sus trabajadores, y recordarle que somos una parte importante de la solución, la principal razón de la existencia de esta empresa y no el problema.
Esperando recibir su respuesta, reciba un cordial saludo.
