12/07/2011.-Aerolíneas Argentinas es un problema para los políticos que participarán en las elecciones de octubre próximo y también para el oficialismo en el supuesto que resulte reelecto. Por las dudas todos guardan prudente silencio lo que significa que carecen de ideas y proyectos y lo más probable será que vayan resolviendo según las necesidades de cada momento, me animaría a decir que el tema no interesa….
Es difícil analizar la situación de la empresa por falta de información fidedigna -el gobierno ha mostrado un desprecio sustancial por las estadísticas y por el suministro de información-por lo tanto nosotros partimos de la información que trasciende por los pasillos.
Sé que no es serio trabajar de ese modo, pero es lo que hay.
En general se discuten dos líneas una de ellas la que proponía el cierre liso y llana de la empresa y luego pareció evolucionar hacia una privatización mediata expuesta por lo que llamaríamos la derecha o entro y la otra que opta por la continuidad como empresa estatal en general defendida por la izquierda y por los gremios aeronáuticos.
Recordemos que existe una ley que prohíbe su privatización..
Como lo saben nuestros lectores soy "privatista" lo que no me impide ser realista.
No soy partidario del cierre de la empresa porque ello significaría que todo el aporte hecho por los contribuyentes argentinos para mantener a la empresa en funcionamiento sería dinero tirado a la calle.
En la hipótesis de cierre no solo se perderían los aportes hechos sino que habría que sumar el costo económico del cierre y de su liquidación más el conflicto político que fatalmente se generaría.
Perderíamos todos y seria el fracaso de todos.
Mas allá de todo lo que se hizo mal desde la adjudicación al grupo "Marsans" por parte del gobierno español, al tolerar las maniobras ilegitimas hechas en el concurso de acreedores con el beneplácito de una jueza complaciente, a la hibernación de una causa penal que prescribió y que sorpresivamente fue reabierta por el tribunal de Casación, al pésimo modo de apropiarse de la empresa por parte del Estado y su desmanejo actual, Aerolíneas Argentinas y los contribuyentes tenemos derecho a encaminar las cosas para que todo no haya sido en vano.
Actualmente el estado aporta a la empresa alrededor de u$s 1,6 millones diarios, ese aporte necesario para cubrir sus gastos operativos mas el pago de los leasing y de las aeronaves adquiridas desalienta una sana administración por parte de sus gerenciadores y de los gremios representativos del personal, ya que ese subsidio, en definitiva de eso se trata, hace perder de vista a todos la necesidad de cubrir los costos con recursos genuinos, como debería ser los ingresos de la explotación.
Eso explica el nivel salarial del personal que excede largamente a las posibilidades actuales de la empresa y que además perjudica el gerenciamiento de las empresas privadas del sector ya que quiérase o no ARG marca la pauta salarial.
Los salarios del personal de Aerolíneas Argentinas son pagados por todos los contribuyentes ricos, pobres o indigentes, porque todos pagamos impuestos especialmente el Iva, el impuesto más regresivo por la forma que está legislado.
¿Hay derecho a que un indigente aporte dinero aunque sean centavos de poco valor para mantener el nivel salarial de la empresa?
¿No es un hecho agravante aún para el propio personal que percibe esas remuneraciones?
¿No se trata de una suerte de limosna fiscal?
Es cierto, Aerolíneas Argentinas necesitaba reequiparse porque su flota era comercialmente obsoleta, sin embargo no sabemos en base a qué criterios se resolvió la incorporación de nuevos aviones, lo que me acordar a la incomprensible y absurda compra de los "727" en la década del 70.
Se habla de restablecer destinos internacionales muchos de los cuales ya han demostrado su inviabilidad, cuando el sentido común nos indica que debemos comenzar por consolidar las rutas en las que hay demanda garantizada como son las que unen EZE-MAD; EZE-FCO y EZE-BCN fundamentalmente.
Es necesario fortalecer rutas regionales en las que hoy día Aerolíneas Argentinas carece de presencia.
En cuanto al cabotaje se menea constantemente la idea que Aerolíneas Argentinas debe unir al país, lo que es otra falacia.
Es cierto ante la inexistencia de servicios ferroviarios, la pésima red caminera el transporte aéreo es esencial para garantizar nuestra comunicación interna, pero debemos ser racionales no creo que Aerolíneas Argentinas deba cumplir con esa función.
Se debería proponer un programa para desarrollar en un lapso de tres a cinco años que facilite la creación de empresas regionales o de alimentación a fin de que las empresas equipadas con aeronaves de gran porte pudieran contar con diversos "hub" y explotar esencialmente las rutas que resulten rentables, llamadas en nuestra jerga "troncales".
Obvio en mi opinión sería esencial la liberación del sistema tarifario y la urgente modificación o derogación del vetusto código aeronáutico y la peor aun ley de política aérea, legislada por un gobierno no democrático.
El próximo gobierno debería elaborar un programa para Aerolíneas Argentinas por el cual se establezcan los objetivos y se garanticen los medios económicos para facilitar esta etapa de necesaria y fatal transición que se deberá recorrer.
Los objetivos de Aerolíneas Argentinas deben formar parte de una política de Transporte que cuente con la debida financiación.
Obviamente el programa debería tener una duración mínima de tres años y se debería incluir en los diversos presupuestos, de modo decreciente los aportes que recibirá la empresa, para darle certeza a sus administradores de los recursos disponibles en el presente y en el futuro.
Los administradores deberían ejecutar las políticas para el logro de los fines predeterminados y administrar los recursos suministrados por los contribuyentes.
Este marco político debería elaborarse en un clima de diálogo con los gremios que agrupan al personal e incluso con las confederaciones de trabajadores, ya que los aportes que deberá necesariamente recibir Aerolíneas Argentinas durante un lapso de tres a cinco años, provendrán de los impuestos que pagaran los contribuyentes, empresas y trabajadores, entonces creo que es lógica y necesaria su participación.
Es hora que como lo ha declarado el Secretario General de la CGT que los trabajadores se compenetren de los problemas de un país y participen en las decisiones de gobierno, pero no solo para garantizar derechos sino también para garantizar obligaciones.
Aerolíneas Argentinas es una de tantas fuente de trabajo y debe ser defendida pero no a cualquier precio ni para mantener privilegios moralmente inaceptables.
Debe ser apoyada para que en algún momento podamos sentirnos orgullosos de su existencia, del esfuerzo hecho para racionalizarla que será la mejor forma para superar los que pasaran a ser desaciertos del pasado.
En ese caso habremos aprovechado la experiencia y ello será valioso para todos incluso para los que se equivocaron.
Luego se verá si es políticamente conveniente disponer su privatización.
Por último "de last but no least" queda la cuestión pendiente con la SEPI que el gobierno argentino deberá plantear en algún momento.
La SEPI habría consentido las maniobras -ilícitas en nuestra opinión- hechas por PASCUAL ARIAS, DIAZ FERRAN y MATA RAMAYO para lograr que se aprobara la propuesta de pago presentada en el concurso de AEROLÍNEAS ARGENTINAS y si en algún momento imperara la racionalidad se deberá negociar la cuestión de fondo, la devolución por parte de la SEPI del dinero aportado al grupo "AIR COMET" para sanear pasivos que se mantuvieron vigentes y la incidencia del retraso tarifario en las tarifas de cabotaje mantenidas por el estado argentino durante años desde 2002 a 2006.
Como vemos la cuestión AEROLÍNEAS ARGENTINAS aun sigue siendo un problema irresuelto para la SEPI, para el Gobierno argentino y para la propia "AIR COMET"
¿Será por eso que ningún político argentino dice que ideas tiene para la empresa si resultara elegido en las próximas elecciones?
